En robo de medicamentos, impunidad garantizada en Oaxaca
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En robo de medicamentos, impunidad garantizada en Oaxaca

Aunque trabajadores de diferentes instituciones públicas de Salud en el estado han hecho públicas estas prácticas de corrupción, las autoridades han mirado hacia otro lado sin investigar los casos.


En robo de medicamentos, impunidad garantizada en Oaxaca | El Imparcial de Oaxaca

Aunque el robo de medicamentos es un acto de corrupción enraizado en las diferentes unidades médicas de la entidad, éste no se denuncia ni se sanciona, mucho menos existe registro en el sector salud de Oaxaca.

La mayoría de los casos que se denuncian de manera pública se realizan sin pruebas, pero aquellos donde se acude ante las autoridades competentes con documentos, fotografías o videos en mano, no encuentran justicia ni solución.

Trabajadores de los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO) y del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), señalaron por separado que en las unidades hospitalarias es donde más se comete el robo de medicamentos, sin control alguno.

En los centros de salud y hospitales, el robo se da desde cajas de aspirinas y material de curación, hasta antibióticos y medicinas de alto costo, superior a los 50 mil pesos.

Estas acciones no solo se advierten en las unidades médicas de Oaxaca, sino en el resto del país, tal y como lo aseguró el año pasado el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, al señalar que en México se combatirían las “fugas” de medicamentos dentro de los nosocomios con mayor supervisión a partir de este año.

HUBO DENUNCIAS, PERO NO SANCIONES

En octubre de 2019, sindicalizados del Hospital General de la Zona 01 del IMSS Oaxaca denunciaron la operación de una mafia en el interior de esta institución, al señalar no solo el constante robo de medicamentos, sino también de equipos.

Esta denuncia que se realizó de manera pública al exponer que muchos de los trabajadores que se atrevieron a denunciar eran objeto de persecución y hostigamiento laboral, se quedó solo en los señalamientos porque no hubo investigación ni sanción a los culpables, de acuerdo a lo expuesto por integrantes del Sindicato Nacional Libre del Seguro Social.

Encabezados por Odilia Sánchez, los integrantes de este gremio sindical afirmaron haber descubierto el modus operandi de la mafia que sacaba medicamentos con posible destino a consultorios particulares o el mercado negro.

De esta situación, el también dirigente nacional del Sindicato, Armando Rosales Torres, reconoció que en el IMSS de las diferentes entidades se cometen todo tipo de robo de medicamentos, que van desde un ácido acetilsalicílico, antibióticos y de quimioterapia, hasta anestésicos y otros de alto costo.

Este tipo de irregularidades es también un secreto a voces en varias unidades médicas de los SSO y el ISSSTE, donde los trabajadores son testigos del “robo hormiga” y deciden no denunciar para evitar represalias.

“Hace años yo veía cómo algunos de mis compañeros salían con sus cajitas de medicina; algunos eran para el dolor, pero sí lograban llevárselos a pesar de la vigilancia”, señaló uno de los médicos del Hospital Civil, quien prefirió omitir su nombre.

Expuso que el robo de insumos no es reciente, sino desde hace varias décadas, donde no solo los médicos intervienen, sino también enfermeras, residentes, encargos de áreas, entre otros.

PONEN EN MARCHA ACCIONES PARA UN MEJOR CONTROL

De esta situación, de la que muchos aseguran conocer pero sin denuncias formales, el director de Atención Médica de los SSO, Erick Azamar Cruz, afirmó que a la fecha las autoridades de salud no han registrado una sola denuncia por robo de medicamentos.

Para combatir este tipo de hechos en las unidades, el director afirmó que se ha puesto en marcha un mecanismo de control que inicia como un programa piloto en el Hospital de Juchitán, donde se impulsa un método de pastilleo.

Este consiste en dar solo la ampolleta o la pastilla que requieran para uso intrahospitalario, así como la ministración de medicamentos controlados para el manejo quirúrgico. De dar buenos resultados con apoyo del nuevo Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI), continuará en otras unidades de salud.

Cruz reiteró que no hay denuncias de robo de medicinas y tampoco hay mecanismos de control para saber qué tipo de medicamentos o material se sustrae.

Ante ello, el secretario de Salud, Donato Casas Escamilla, señaló que por disposición del Gobierno federal se realizan compras consolidadas, con las cuales el medicamento llega de manera directa a los almacenes, desde los cuales, se distribuye a las jurisdicciones y los centros de salud y en algunos hospitales.

Al llegar el abasto a los hospitales, dijo, el manejo y distribución de medicamentos depende directamente del personal del Hospital, por medio de recetas médicas en el caso de consultas externas y de recetas colectivas en la consulta interna, para determinada acción en alguna operación u hospitalización.

En el caso de detectar el robo de medicamentos, con el nombre de los responsables, habría sanciones que determinarían las autoridades competentes.

Adelantó que por medio del INSABI ya se inició en febrero una auditoría médica no solo de medicamentos y material de curación, sino también de recurso humano e infraestructura, así como de la productividad de cada uno de los médicos.

Los primeros resultados de esta auditoría se tendrían en el primer semestre de este año, con evaluación en una primera etapa en al menos 8 de los 34 hospitales que tiene la entidad. “La auditoría solo se realiza para mejorar el servicio”, aclaró el funcionario.

NECESARIO FORTALECER LEGISLACIÓN

De este robo de medicamentos en Oaxaca donde no hay registros, sanciones ni denuncias, el diputado local por Morena, Pavel Meléndez, recordó que el sector salud ha sido dañado también por estas prácticas.

“Desafortunadamente algunos directivos y médicos, no todos, se prestaron a malas prácticas en diferentes nosocomios, no solo del sector estatal sino también federal. Yo creo que ahora, con el nuevo rescate que hace el Gobierno de la República, este año será diferente”.

El diputado consideró importante que se vea el bienestar como un concepto global y no como un negocio como se vio al sector salud en los últimos tiempos.

“Quienes gobernaron antes estaban colapsando antes al sector salud del país para poder fortalecer el sistema de salud privado. Muchos saben que en Oaxaca hay sendos hospitales del sector salud privados que fueron creados al amparo del poder público y desvíos de dinero”, resaltó.

Destacó la necesidad de fortalecer la legislación local para prevenir este tipo de actos ilícitos (robo de medicamentos), sin criminalizar tampoco a los médicos.

PROPONEN ÓRGANO DE CONTROL INTERNO

Por separado, el abogado José Antonio Álvarez Hernández, quien ha participado en diferentes iniciativas de reforma en el tema de salud, señaló que el robo de medicamentos es un problema frecuente y grave en el estado que no es denunciado.

“Es un tema que involucra no solo a instituciones públicas sino también a las privadas, también a médicos, usuarios, enfermeras y a todo personal del sector salud. En Oaxaca se da el robo de medicamentos, que es un delito, pero que no se denuncia”, insistió.

Por esta problemática, propuso la creación de un órgano de control interno que se encargue de supervisar, fiscalizar y atender cualquier situación, ya sea denuncia, queja o aviso del personal de cada unidad médica por robo de medicamentos.

“Se debe llevar un control muy exacto y se debe fomentar la cultura de la denuncia, porque desafortunadamente el problema radica en que entre el mismo personal saben y conocen de los robos, pero no se atreven a denunciar”, expuso, luego de lamentar que este problema también contribuía al desabasto de medicamentos que presentaban los nosocomios.

De este tipo de acciones que no solo se han detectado en Oaxaca, sino en las diferentes entidades del país, de manera reciente el presidente Andrés Manuel López Obrador pidió al personal médico y de enfermería apoyar a vigilar y denunciar actos de corrupción que se den en la compra de fármacos y material de curación, así como el robo de los mismos.

El jefe de Estado afirmó que durante su administración el sector salud será prioritario para acabar con los actos de corrupción, no solo en los hospitales, sino en cada clínica o centro de salud.

Corrupción, problema generalizado

En junio de 2019, Milenio publicó que organizaciones criminales ordeñan al ISSSTE: desde 2008, el instituto ha perdido decenas de millones de pesos en robo de medicamentos controlados y de alta especialidad, particularmente medicinas de alto valor como antiretrovirales, tratamientos contra el cáncer y psiquiátricos.

En las actas se pudo constatar que el seguro hizo un inventario del medicamento robado en el que se constaron los precios unitarios, dosis robadas y el total del monto. Por ejemplo, sorafenib comprimido, que se usa para tratar el carcinoma de células renales avanzadas, que tiene un costo de 52 mil 800 pesos en el mercado.

Otro es el eptacog alfa, que sirve para tratar los episodios hemorrágicos en los pacientes con hemofilia, y que tiene un precio de 47 mil 689 pesos. Aquella vez se sustrajeron 10 dosis, lo que tuvo un impacto económico de 470 mil 689 pesos.

El dasatinib tableta, con un precio de 34 mil 426 pesos, es usado para tratar a personas con leucemia mieloide crónica, un tipo de cáncer de los glóbulos blancos. De este fármaco se robaron 10 piezas, lo tuvo un costo de 344 mil 265 pesos.

También se robaron 370 piezas de etanercept, que tiene un precio en el mercado de 5 mil 424 pesos y que representó una merma de 2 millones de pesos. Esta medicina es para aliviar trastornos autoinmunes.