86 años de esplendor oaxaqueño
Oaxaca
La Capital Los Municipios
El Imparcial del Istmo El Imparcial de la Costa El Imparcial de la Cuenca
Nacional Internacional Súper Deportivo Especiales Economía Estilo Arte y Cultura En Escena Salud Ecología Ciencia Tecnología Viral Policiaca Opinión

Oaxaca

86 años de esplendor oaxaqueño

Más de 22 mil almas vibraron con la presentación de bailables de las 8 regiones; conquistan Flor de piña, velas istmeñas y Canción Mixteca


Oaxaca se engalanó ayer para ser el anfitrión de la fiesta máxima de los oaxaqueños, la Guelaguetza, en donde la presentación matutina logró reunir poco más de 11 mil propios y visitantes.

Presidida por la Diosa Centéotl, Francisca Pérez Bautista, la muestra racial multicolor inundó de riqueza cultural, étnica, gastronómica y musical la Rotonda de las Azucenas, con la presentación de 14 delegaciones de todo el estado.

En su momento, el gobernador Alejandro Murat Hinojosa y su esposa, Ivette Morán de Murat, acompañados de los secretarios de Estado, Eviel Pérez Magaña y María Cristina García Cepeda y del edil José Antonio Hernández Fraguas, ofrecieron su guelaguetza a los presentes.

A lo largo de casi 4 horas, miles de asistentes se emocionaron en el Auditorio Guelaguetza con cada una de las ejecuciones presentadas por las delegaciones de las 8 regiones, en la edición número 86 de los Lunes del Cerro
Así, al ritmo de las bandas de música tradicionales, las delegaciones dieron una muestra de su cultura a través de su vestuario, cantos y bailables típicos.

El Valle abre el festejo

Abrieron la festividad los hombres y mujeres de Teotitlán del Valle quienes presentaron la Danza de la Pluma, una danza de conquista que ha pasado de generación en generación y es ejecutado de forma magistral.

Posteriormente, de la región de la Sierra Norte, llegó San Melchor Betaza para ofrecer sus sones y jarabes, los cuales se ofrecen en las fiestas principales de la comunidad serrana y que ayer cautivó en la Rotonda de las Azucenas.

San Pedro Tapanatepec, mostró al mundo la planchada y lavada de ropa con indumentarias e instrumentos de sus ancestros, ahí mismo el misticismo de Huautla de Jiménez arribó al lugar y La Tortolita se ganó el aplauso del público, así como Flor de Naranjo, Flor de Liz, Anillo de Oro y La Paloma.

Luego tocó turno a San Antonino Castillo Velasco, quien representó su segundo día de fandango; mientras que los de San Vicente Coatlán sacaron el machete chunco para interpretar La Culebra, El Jarabe Chenteño y El Palomo.

Salina Cruz llegó con la belleza y elegancia de sus mujeres para mostrar a propios y extraños las tradicionales velas de la región del Istmo de Tehuantepec y refrendaron su riqueza cultural.

Como cada año y en cada interpretación, las jóvenes de la región de la Cuenca del Papaloapan se llevaron los aplausos de pie de los presentes quienes se deleitaron con la interpretación magistral de la Flor de Piña.

Palpitaron corazones

La identidad llegó con la delegación de Huajuapan de León quienes lograron que miles de asistentes ondearan sus sombreros de palma, en tanto interpretaban la canción mixteca de José López Alavez.

Finalmente llegaron Santa María Zacatepec, Santiago Llano Grande, San Juan Cacahuatepec, las Chinas Oaxaqueñas y Santo Domingo Tehuantepec, que fueron los encargados de cerrar la primera presentación de los Lunes del Cerro y de demostrar la calidad de uno de los espectáculos folclóricos más esperados del año.

 

CRÓNICA

La hermandad se hizo presente

Las danzas van de la admiración de los danzantes de la pluma que elevan sus pies para representar la conquista de los españoles a cargo de Teotitlán del Valle a la nostalgia que trajo consigo la Canción Mixteca que trajo Huajuapan de León, lo cual hace que miles de asistentes levanten el sombrero.

Oaxaca, desde principios de mes se encuentra de fiesta, y da muestra de los motivos por los que es el segundo destino del mundo mejor calificado por parte de los turistas: gastronomía, cultura, folclore, vida en la calle, hospitalidad, todo ello conjugado en este primer lunes del cerro.

En punto de las 10:00 horas, Francisca Pérez Bautista, originaria de Santa María Zacatepec, quien en este 2018 representa a la deidad del maíz, Centéotl, dio inicio a la celebración. Los danzantes de la Pluma de Teotitlán del Valle, dieron la bienvenida, y luego dieron paso a San Melchor Betaza, Sierra Norte, con sus sones y jarabes y posteriormente a los oriundos de San Pedro Tapanetepec, región del Istmo de Tehuantepec.

La capital de Oaxaca, recibe a las ocho regiones de la entidad para compartir los productos originarios de cada una de las zonas, así como los bailes, la comida y las tradiciones. Así llegan habitantes de los Valles, Sierra Norte, Sierra Sur, Istmo, Costa, Cañada, Mixteca y Papaloapan.

La rotonda de las Azucenas, donde se llevan a cabo los bailes dejó de ser un entarimado con asistentes locales, para convertirse en un escenario con iluminación y una velaría, recinto que cada Lunes del Cerro es visitado principalmente por turistas nacionales y extranjeros.

El gobernador Alejandro Murat y la secretaria de Cultura federal, María Cristina García Cepeda, presencian la fiesta, reciben obsequios de las delegaciones y ellos los reparten entre el público asistente.

El jarabe Chenteño, en esta ocasión presentado por San Vicente Coatlán, hace blandir los machetes para bailar al son del palomo y la paloma.

Antes del mediodía, Salina Cruz, cuyas mujeres ataviadas con vestidos de terciopelo y flores multicolores bordadas, hacen presencia y muestran su baile tradicional, al igual que Santa María Zacatepec y sus diablos, San Juan Bautista Tuxtepec y Huajuapan de León.

Los afromexicanos presentes en la costa de Oaxaca, traen a la capital su danza de los diablos, desde Santiago Llano Grande y más tarde el Istmo engalana la fiesta con la delegación de Santo Domingo Tehuantepec.

Luego la alegría de la Costa llega al escenario con San Juan Cacahuatepec, eleva los aplausos de los asistentes y finalmente las chinas oaxaqueñas cierran con su jarabe del Valle la fiesta, la primera de las cuatro presentaciones establecidas para este 2018.

Los espectadores se ponen de pie con Tuxtepec, los teléfonos salen a relucir y los gritos se apoderan del auditorio.
La hermandad se hizo presente, atrás quedó la tragedia por los sismos de septiembre de 2017, la violencia en Tuxtepec, la falta de productividad en la Mixteca, la conflictividad social en el estado, los muertos en la Sierra Sur.


aa

 

Relacionadas: