Una escuela ubicada en la comunidad de La Cacanicua perteneciente al municipio de Tlalchapa en la Tierra Caliente de Guerrero es la primera de todo el país en retomar las clases presenciales.
La población tomó la decisión de mandar a los niños a clases debido a las dificultades que presentan para mantener la educación a distancia.
Al no tener el registro de casos positivos de coronavirus al menos 10 menores acuden a clases y para ello el docente contratado por la población aplica líquido sanitizante antes de su entrada.
“Aquí no tenemos Internet y se nos dificulta mucho para trabajar así, y se nos hace más fácil que esté el maestro, porque son poquitos niños, no son muchos, declaró dijo Perla de la Paz, madre de familia.
A la escuela acuden alumnos de distintos grados escolares todos con cubre bocas.
La Cacanicua se localiza a dos hora de la cabecera municipal y a siete de Chilpancingo, Guerrero