El epidemiólogo Alejandro Macías advirtió que México podría experimentar su primera ola de COVID-19 de 2025 en las próximas semanas, como reflejo de la intensa actividad del virus en Estados Unidos. Según datos recientes, el país vecino registró 6.678 millones de contagios durante la última semana de diciembre de 2024, lo que equivale a que una de cada 50 personas está infectada.
“Es intensa actividad de COVID-19 actualmente en los Estados Unidos. Se estima una de cada 50 personas infectadas. En México lo sentiremos dentro de algunas semanas”, señaló Macías, conocido por su papel como “zar” durante la epidemia de influenza AH1N1 en 2009.
TENDENCIA AL ALZA EN EE. UU. PODRÍA IMPACTAR A MÉXICO
De acuerdo con el modelo del Pandemic Mitigation Collaborative, el coronavirus en Estados Unidos muestra una curva ascendente, con cifras que recuerdan picos anteriores registrados en enero de 2022, 2023 y 2024. La estacionalidad de enero y julio sigue marcando los momentos de mayor repunte, vinculados a factores como las reuniones de fin de año y las vacaciones de verano.
La cercanía geográfica entre ambos países ha demostrado ser un factor determinante en la transmisión del virus. Olas previas en México han seguido el comportamiento de Estados Unidos con una diferencia de pocas semanas, por lo que las autoridades mexicanas y la población deben estar atentas a las posibles implicaciones.
RECOMENDACIONES ANTE LA POSIBLE OLA
Ante este panorama, expertos recomiendan reforzar medidas preventivas, como el uso de cubrebocas en espacios cerrados, la ventilación adecuada, la higiene de manos y, sobre todo, mantener actualizado el esquema de vacunación.
Aunque las olas recientes han mostrado menor letalidad gracias a la inmunización masiva, el COVID-19 sigue siendo una amenaza latente, especialmente para personas con factores de riesgo o condiciones de salud preexistentes.
El llamado es a no bajar la guardia y a prepararse para lo que podría ser el primer desafío sanitario del año en México. La vigilancia epidemiológica y la pronta respuesta serán clave para mitigar el impacto de una posible nueva ola del virus.