Un ambiente gris y desequilibrado emocionalmente viven todos los sectores de esta serranía mazateca; mujeres, hombres activos y ancianos, a excepción de los niños que ignoran la rebeldía que ha causado naturaleza, entre incendios y la escasez de agua, obliga a reflexionar a todos por igual en este medio año del 2024.
Para los escasos ancianos que aún sobreviven, por ejemplo, don José Ortiz Díaz, quien se aproxima ya a los cien años de edad, declaró en cierta conversación que nunca antes había visto tales fenómenos atormentadores a la sociedad, ya que antes la naturaleza respetaba los tiempos de lluvia y existía agua en abundancia.
No obstante, actualmente por la sobrepoblación, cada vez es más difícil llevar una vida tranquila, sin tantas preocupaciones para subsistir.
Asimismo, personas con cierto grado de estudios, como el licenciado Diego García, opinó que por lo menos los ciudadanos de 50 años en adelante ya vivieron algo en este mundo terrenal, materialista y muchas veces incomprensible.
Sin embargo, lamentó la suerte de las nuevas generaciones (recién nacidos y menores de edad), ya que solamente nuestro padre Dios sabe cómo afrontarán su destino porque aún ignoran las buenas-malas de la vida.