El tremendo calor que se ha dejado sentir en días pasados y recientes no es comparable al de otros años, señalan habitantes de distintas comunidades de la sierra cuicateca, “es un verdadero horno”, ya que se registran temperaturas que van de los 38 grados centígrados a los 43 o 45 grados centígrados.
Expresaron que para quienes pasan por San Juan Bautista Cuicatlán el calor es sofocante, incluso temen a que se presenten mayores problemas para los habitantes, como los golpes de calor u otros que derivan de este fenómeno.
Sin embargo, la mayor preocupación de lo habitantes es debido a que constantemente ven transitar a camiones cargados de madera por la noche o madrugada y nadie dice nada al respecto.
El argumento que se conoce es que la madera está dañada por plagas y es inservible, pero esta es vendida, lo que representa un negocio muy lucrativo para un reducido sector de la sociedad. Desafortunadamente quienes tendrían que revisar que está pasando es la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), que durante años “ha brillado por su ausencia”, al igual que la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y Ecología, “todos se hacen de la vista gorda, no verifican, no sancionan el grabe daño que se está causando al medio ambiente”.
Los lugareños recordaron el caso de diferentes localidades afectadas por la deforestación, lo que ha dañado severamente a los ecosistemas y ha llevado a una pérdida de la biodiversidad y a la aridez en el terreno.
La tala indiscriminada de árboles para obtener papel y madera, sumado a los incendios que se han suscitado debido al clima seco de este 2024 han agravado el daño medio ambiental y “nadie hace nada”, lamentaron, “nos quejamos todos, pero ¿qué hacemos para tratar de revertir lo que estamos enfrentando?” recalcaron los denunciantes.
