Pobladores de este lugar exigieron al edil Severo Ramírez que las escazas obras que viene realizando en su trienio las haga con más entusiasmo y agilidad, ya que al construirse algún trabajo público se le van los días y meses y de esta forma quiere justificar que está trabajando y sudando la gota gorda, y tampoco informa a sus conciudadanos de la inversión económica en sus proyectos y acciones.
Al omitir sus nombres, los informantes expresaron que como caso concreto están el arco de bienvenida a Santa María La Asunción, y la de un campesino cargando leña en su espalda, acompañado de su perro, algo común y parte de la cultura de este pueblo, donde el 80 por ciento es monolingüe, razón por la cual desconocen sus derechos indígenas y máxime que con el actual gobierno federal ya se aprobó una ley a favor de los indígenas del país.
Asimismo, los policías municipales que trabajan por necesidad y menos por vocación a la seguridad pública, no tienen ni tan solo un lapicero y libreta para anotar el nombre de la persona que busca al edil o síndico en turno.
“En otras cosas de entretenimiento, el munícipe sí ‘le echa toda la carne al asador’, menos en obras que en realidad valgan la pena”.