Con mucho temor una familia en Santa María Yucunicoco, Juxtlahuaca, denunciaron la violencia y el presunto acoso que sufren de parte de la autoridad municipal de Santa María Yucunicoco, Juxtlahuaca, Oaxaca, así como la violación y omisión sistemática que han recibido en las instituciones de impartición de justicia como la Fiscalía en Oaxaca y la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca.
Macario Santos, adulto mayor de más de 70 años, enfermo y con discapacidad visual, narró que fue el pasado 4 de enero de este 2025, integrantes de la autoridad municipal y miembros del Comisariado de Bienes Comunales de la localidad, en total estado de ebriedad, con prepotencia y sin orden alguna u oficios por falta administrativa, junto a topiles y policías municipales irrumpieron en su domicilio, en donde a Macario, su hijo y demás familiares los agredieron, los humillaron, destruyeron la barda perimetral de su casa y los llevaron presos con lujo de violencia y violando sus derechos humanos bajo el amparo y la prepotencia de ser las autoridades de la localidad y regirse por Usos y Costumbres.
El señor Macario señala que en la Ciudad dé Huajuapan se denunciaron tales hechos ante la fiscalía, los cuales dieron origen a la carpeta de investigación en la vicefiscalia local de la mixteca con el folio 653/huajuapan/2025, así mismo se interpuso una queja ante la Defensoría de los Derechos Humanos en Tlaxiaco con el número de expediente: DDHPO/0001/TX(12)/OAX/2025.
Macario señala como sus agresores a Alfredo Raymundo Santos, síndico municipal; José Timoteo González López, alcalde constitucional; Antonio Cervantes Soriano, suplente del agente; Moisés Sánchez, agente municipal, así como a Pedro Bautista León, tesorero de Bienes Comunales; Antonio Cruz Sánchez, del Consejo de Vigilancia y Aniceto cervantes, presidente del Comisariado de Bienes Comunales de Santa Maria Yucunicoco, junto a más de 70 personas entre las cuales se encontraban topiles y policías municipales, los cuales irrumpieron en su domicilio el pasado 4 de enero, golpearon la familia, los llevaron presos, los desnudaron, los encerraron toda la noche y los hicieron firmar papeles y pagar una multa en efectivo y de cuatro rejas de refresco.
Abel Santos Juárez, hijo de Macario, dijo que también vivió esta escena de terror y violencia junto con su padre donde sin motivo alguno, fueron agredidos por la autoridad municipal con la excusa de ser los representantes de esta comunidad, en Santa María Yucunicoco.
La familia humilde teme en gran medida por su vida, desconfía de las instituciones y piden al gobierno federal y del estado, al señor gobernador Salomón Jara, que dé instrucciones a la Fiscalía y la Defensoría de Derechos Humanos para que este caso de violencia y demás cometidos por parte de las autoridades municipales contra el pueblo se condenen, se persigan y se castiguen a pesar de los usos y costumbres de los pueblos.