Considerando la importancia de la información y la prevención en la juventud huautleca, el área de Nutrición, en coordinación con alumnas de la Universidad de la Cañada, llevaron a cabo una plática acerca de los temas de anorexia nerviosa y bulimia nerviosa.
Lo anterior para concientizar sobre la importancia de una adecuada alimentación y las repercusiones a la salud en caso de padecer algunos de estos trastornos. Los exponentes de los temas señalaron que una baja autoestima, la presión social sobre unos determinados cánones de belleza y una percepción distorsionada de uno mismo son factores que predisponen a la aparición de trastornos de la conducta alimentaria (TAC) estos trastornos son enfermedades muy serias que ponen en riesgo la salud, incluso la vida de quienes lo padecen.
Para tratar este tipo de trastornos se necesita un equipo de profesionales que incluya un médico, un nutricionista o dietista y un psicólogo; de esta forma se realizará un asesoramiento completo (nutrición, cuidados y psicoterapeuta). Cada tratamiento es distinto dependiendo del tipo de trastorno de conducta alimentaria que se sufra y su gravedad.
En los peores casos, los TCA pueden provocar una hospitalización, aclarando los expositores de los temas que el papel de la familia es fundamental para la mejora de la enfermedad. Con colaboración, cariño y comunicación el paciente podrá llevar a cabo cambios conductuales importantes, se minimizará su desgaste emocional y se mejorará la salud física y psicológica.
Es esencial informar correctamente a las familias para que apoyen al paciente y se apliquen en el tratamiento con ciertas pautas.
