En el centro de la entrada de la población de Santiaguito Etla, una enfermera del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) no solo recibió golpes con un palo en la entrada de la población la noche del viernes, sino también enfrentó a personas que le escupieron en la cara durante un filtro sanitario que se negaron a acatar, pese al incremento de casos y decesos por Covid-19.
La enfermera agredida que prefirió omitir su nombre por miedo a represalias, explicó que a las 20:30 horas de manera coordinada con las autoridades municipales, se realizó un filtro sanitario para invitar a la población a portar cubrebocas y llevar las medidas de higiene necesarias.
Esta situación inconformó a un conductor de mototaxi, que además de no portar cubreboca, se resistió a las recomendaciones de quienes conforman el Comité de salud y ecología de Santiaguito Etla.
La agresión verbal contra los integrantes del Comité se agudizó con la presencia de familiares del conductor, que llegaron con palos e insultaron a las autoridades municipales y la enfermera, a quien le aseguraron que el nuevo coronavirus no existe y empezaron a escupir.
Aunque se pidió la presencia de la Policía estatal cuando se notó la presencia de los familiares del agresor, los agredidos afirmaron que los elementos de seguridad llegaron después y no pudieron localizarlos.
La enfermera señaló que en algún momento ella pidió que se retiraran y bajaran los palos, pero la respuesta fue una agresión física que le lastimó el cuello y un brazo, al mismo tiempo de amenazarla y escupirle.
La mujer que lleva 15 años como enfermera, responsabilizó a este grupo de personas de lo que pueda llegarle a pasar a ella o a su familia, al señalar que hubo amenazas de volver a agredirla.
Expuso que en el filtro sanitario se contó con la asistencia de los integrantes del Comité de salud, así como del agente y tesorero municipal, quienes también fueron agredidos por al menos cinco personas.
La enfermera lamentó este tipo de situaciones, al señalar que la primera agresión que sufrió como trabajadora de salud fue en las primeras semanas de la emergencia sanitaria, por parte de un taxista que se negó a que ella subiera a la unidad al considerarla fuente de contagio.
