Como cada año, cada 1 de mayo la fe, la costumbre y tradición en San Pedro Molinos, en el distrito de Tlaxiaco, concentra a pobladores para venerar a la Cueva Mágica Kava yuu yavi, un sitio que guarda una leyenda que une a los pueblos de la Mixteca y la Costa de Oaxaca.
Madrinas, la autoridad religiosa, municipal y agraria salen desde la iglesia para oficiar una misa en la Cueva para agradecer y pedir lluvia y buenas cosechas este año.
Aunque pareciera increíble, luego de la misa del 1 de mayo, el cielo se llenó de nubes y la bendición de la lluvia se hizo presente en este pueblo de la Mixteca, símbolo —afirman las personas caracterizadas— de buena señal, y los dioses como deidades y la cueva están contentos con esta ofrenda.
Música, cantos, cohetes, flores, comida y bebidas hacen de esta celebración un espectáculo único que recoge el sentir de los conocimientos milenarios de los pueblos originarios de la Mixteca.
Andrés Cruz Aparicio, mayordomo de la Santa Cruz, habló de este festejo, el cual reúne a la población y también a las familias, incluso de pueblos vecinos bajo un ambiente de fiesta y tradición.
Eugenio García, comisariado de Bienes Comunales en San Pedro Molinos, dijo que es una bonita tradición, la cual se busca difundir también con las nuevas generaciones, además que esta costumbre se pudo celebrar en menor medidas a causa de los dos años anteriores de se sintió la fuerza de la pandemia por COVID-19.
Minerva Torres, quien fungió como madrina y catequista en la iglesia principal de la comunidad, abundó que la participan de las mujeres con sus enaguas o faldas largas y coloridas es para legrar organizar, cantar, acompañar y hacer más alegres esta festividad y varias más en la región Mixteca.
Los jóvenes se mostraron orgullosos de sus raíces y dijeron que es importante seguir esta tradición desde la música, padrinos de la Cruz, los maromeros, y la gente que acompaña cada año a depositar flores, velas y la cruz al interior de la Cueva Mágica.
Finalmente, los lugareños en Molinos disfrutaron de esta celebración, agradecieron a la Madre Tierra y a la cueva por un año de bendiciones, agua, buena cosecha y la lluvia en esta parte de la Mixteca.
