Negaban cobrar premio de lotería a migrante

Tras vivir nueve meses de angustia y desesperación por no poder cobrar más de 500 mil dólares que ganó con un raspadito de la lotería de California, un trabajador de la construcción y migrante oaxaqueño radicado en el vecino país de Estados Unidos de Norteamérica, pudo por fin cobrar su respectivo premio, luego de que se lo negaron por no contar con un documento de identidad vigente.

El migrante explicó que la complicación fue demostrar que él era quien decía ser, “me sentí muy solo; fue muy fuerte. Pensé, con tantos millones de indocumentados en este país que yo sea el suertudo de ganar la lotería y no poder cobrar mi premio,  porque no tenía mis papeles, eso me pasó por la mente durante mi primera cita en el Consulado General de México, en Los Ángeles,  cuando me dijeron que los datos que había dado no existían y por ello no tenía cita”, dijo.

Manifestó que durante los últimos meses en donde no podía cambiar el cheque otorgado por el premio fueron de mucha incertidumbre y estrés, “me sentí triste, sin ninguna familia o persona que hablara por mí, por eso cuando un amigo me recomendó que buscara ayuda para poder cobrar el cheque y así lo hice”, manifestó.

Indicó que luego de asistir a una cita en el Consulado, ahora cuenta con su pasaporte vigente, matrícula consular y hasta con una cuenta de banco, por lo que planea comprar dos carros y herramientas para abrir su propia compañía, ya que quiere ser su propio jefe; además, lograr el sueño de comprarse su propia casa.

Ante la experiencia que pasó por no contar con un documento oficial vigente, recomendó a los paisanos “tener sus papeles en regla y al día”, dijo el afortunado inmigrante con 22 años viviendo en Los Ángeles, y de los cuales 14 raspó los cartones de la Lotería de California.

Cabe señalar que al afortunado ganador le cambió la vida cuando el 30 de octubre del año pasado descubrió con una moneda la palabra del crucigrama ‘Mystery Crossword’, de la lotería de California que le otorgaba el premio de varios miles de dólares, cuya odisea que tuvo que enfrentar después estuvo plagada de miedo e incertidumbre.