Centro de Educación Preescolar Malinche, escuela ignorada por la Reforma
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Centro de Educación Preescolar Malinche, escuela ignorada por la Reforma

El Centro de Educación Preescolar Malinche representa la única opción educativa para los niños de El Carrizal y a pesar de sus carencias, la reforma educativa no considera esta escuela como objetivo de sus programas


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La reforma educativa y sus programas son letra muerta en el Centro de Educación Preescolar Malinche de El Carrizal, Peñoles, núcleo rural donde al día asisten poco más de 20 niños y niñas. Es un espacio multigrado que atiende a los tres niveles, no tienen espacio y tampoco más alumnos, pero es la esperanza para los padres que buscan una ventana para la formación educativa de sus hijos.

El 25 de enero de 2016, Aurelio Nuño presentó el plan La Escuela al Centro, con el objetivo de mejorar las condiciones de las escuelas para llevar la reforma educativa a las aulas.

La opción para este preescolar es concentrarse en la cabecera de Santa María Peñoles o en el Recibimiento, para acudir a ambos lugares, los menores deben caminar un promedio de 5 horas al día.
En Oaxaca, más de un 20 por ciento de los 13 mil planteles son unitarios e indígenas, y representan la única opción para la población en tema de educación para los menores.

El conocedor del tema educativo, Samuel Hernández Ruiz, aseguró que en el plan del presidente Enrique Peña Nieto, estos centros están fuera, no precisan las opciones ni tampoco tienen eje de mejoras.
En tanto, en este núcleo rural hay 35 menores de entre 7 y 10 años que no asisten a la escuela porque no tienen nivel primaria y trasladarse a la comunidad más cercana no es viable.

Los padres de la mayoría de los escolares se dedican al trabajo del campo, quema de carbón y algunos, a la venta de resina.

Escuela con pizarrón de plástico

Eran las 12:00 horas, horario de Dios, como dicen en la comunidad, Erika, Diana, Kevin y Pedro, son sólo algunos de los alumnos del profesor Héctor Martínez Aldeco, integrante de la Sección 22, quienes estaban en su horario de clase.

El docente da las indicaciones, entrega unas hojas que serían recortadas por los menores y pegadas en otro material. El espacio reducido construido con madera y techo de lámina, es la ilusión de la población.
María Isabel Martínez, con mucho orgullo contó que hace apenas unos meses recibieron su clave de parte del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO). Afuera esta con letras grandes el letrero de la escuela para mostrar su validez oficial.

Este plantel es tipo unitaria o multigrado, atendidos por un profesor y sin material para la educación de los alumnos.

Los muebles son prestados y los tendrán que regresar al término del cielo escolar.

Sin embargo, la mayor preocupación del representante del Comité de Padres de Familia, René López, es que “el maestro ya va a buscar su jubilación y nos va a dejar”, señaló.

Para llegar a sus clases, el profesor camina varios kilómetros por la falta de transporte.

“Yo estoy muy contento con mis alumnos, mi ilusión es que se establezca la primaria con su clave. Entonces podré irme de este pueblo”, señaló para consolar a los padres presentes.
María Isabel, es madre soltera y lleva a su hija Lizeth todos los días a la escuela, para que aprenda algo. “Nosotros no pudimos ir a la escuela, y aunque no hay trabajo ni dinero, mi hija viene para aprender aunque sea algo”, mencionó.

En este centro escolar los tutores están involucrados, buscan las mejoras con el profesor y se aferran a no soltar la clave.

Dicha situación contrasta con un apartado de la reforma que tiene como objetivo ofrecer equidad en el acceso a la educación de calidad con el involucramiento de los padres de familia.
En el Carrizal, la población siente suya la escuela, participan activamente y pese a no tener recursos económicos, realizan aportaciones para comprar el material elemental.

“Los funcionarios diseñan los programas atrás del escritorio, no saben de las necesidades y de la reforma, acá nunca va a llegar ni nos va a beneficiar”, dijo el docente, quien ya tiene 31 años de servicio y ha recorrido varias comunidades con múltiples carencias.

Carencias alimenticias

Diana en ocasiones lleva un taco con sal para el recreo, a María Isabel no le alcanza para más ya que llegue en la tarde a su casa, le servirán frijoles y, si alcanzó el dinero, salsa de huevo.

“Si viera en el recreo, se sientan en la explanada y se ponen a comer sus tacos, aquí el nivel de marginación y pobreza es alta”, comentó el profesor.

No hay personas que vaya a venderles comida, tampoco tienen forma de adquirirla.

“Hacemos nuestras comidas y eso comemos”, contaron las madres.

La dieta balanceada para los niños y niñas no se cumple porque la despensa la surten conforme los alcances de cada familia. La reforma habla de múltiples programas que acompañan la educación de calidad, los cuales no beneficiarán a los infantes de El Carrizal a menos que se vayan a una escuela completa, con todos los grados y una estructura robustecida.

El piso de tierra del preescolar no es igual pedimento para que estén en este nivel básico y elemental para los escolares.

Los menores caminan para llegar a la escuela, hay quienes recorren 30 o 20 minutos sobre veredas o caminos lodosos.


aa

 

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