La reubicación temporal de comerciantes del Mercado de Abasto en el centro histórico de la ciudad de Oaxaca generó molestias entre neveros del jardín Sócrates y comerciantes de la zona, así como del activista Markoa Vásquez. Esto debido a que el ayuntamiento no les consultó sobre la medida y calificaron a esta como competencia desleal y daño al patrimonio.
La mañana de este miércoles, la avenida de La Independencia amaneció con una caseta fija en una de sus banquetas, a la altura de la basílica de la Soledad. Y aunque pronto la autoridad municipal informó que se trataba de una reubicación temporal de nueve puestos por la remodelación de la zona de pan y comedores en el Mercado de Abasto, las quejas no se hicieron esperar.
De acuerdo con el director del Mercado de Abasto, Sebastián García, son nueve los comerciantes que se ubicarán en esta banqueta, debido a que en la también llamada Central de Abasto ya no hay sitio donde colocarlos. García detalló que se trata de vendedores de giros varios que han sido afectados de manera “indirecta” por la remodelación, es decir, que se localizan en los límites de la zona de pan y comedores, pero que limitan las maniobras de la constructora, por lo que también han sido reubicados.
Nos oponemos a estas nueve casetas que pretende colocar el municipio de Oaxaca de Juárez y denunciamos al regidor de comercio en vía pública porque esto es ilegal, rompe con todos los términos que hizo Oaxaca de Juárez con la UNESCO”, explicó Vásquez, quien agregó que de acuerdo con la reglamentación para el centro histórico no se pueden colocar casetas fijas como estas.
El activista advirtió que aunque es una medida temporal estimada hasta para diciembre, es muy probable que las y los comerciantes reubicados no quieran irse después al ver mayores ventajas.
Telma Ramírez, una de las neveras del jardín Sócrates, remarcó que estos puestos solo complicarán el acceso vial y peatonal, además de que el actuar del municipio es parcial, pues a ella que solamente ha pedido cambiar su lona no le han autorizado el permiso en año y medio.
Otras comerciantes de venta de alimentos cuestionaron el por qué el municipio no les consultó, pues estas casetas solamente afectarán las ventas de los establecidos o con mayor antigüedad en esta parte del centro histórico.
Antes de esta inconformidad se suscitó otra por la reubicación de locales de la empresa Chocolate Mayordomo en el estacionamiento del mercado Lula’a y la había de avenida Central, pues a diferencia de locatarios de menor capacidad económica estas sí parecían locales fijos y permanentes.
En la zona de pan y comedores, son alrededor de 650 los puestos que se tuvieron que reubicar en sitios como la bahía de Periférico, el estacionamiento del DIF municipal, el estacionamiento del mercado Lula’a y la bahía de la avenida Central. Sin embargo, alrededor de 50 más de los alrededores resultaron afectados por un acceso de 15 metros que se tuvo que abrir para el ingreso y salida de los camiones volteo y otras maniobras.
La remodelación de esta área del mercado inició en enero, los mismo que la reubicación, y se espera que los trabajos, a cargo de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) concluyan en diciembre. Para entonces, los más de 700 puestos reubicados deberán volver a sus sitios originales. Hasta ahora, personal de la obra señala que se avanza según los tiempos estipulados.