Por ubicarse en una entidad del país donde la ocurrencia de sismos es muy constante y con mayor probabilidad, la ciudad de Oaxaca tiene en este tipo de fenómenos naturales uno de los mayores riesgos.
Los incendios forestales generalmente no se presentan en esta zona urbana, pues los registrados son en pastizales o en inmuebles y debido a la acción humana. En cambio, al ser impredecibles y por la ubicación del estado, los sismos son uno de los mayores riesgos para la ciudad de Oaxaca.
En su Centro Histórico, los sismos pueden considerarse uno de los mayores riesgos, en tanto hay entre 300 y 400 inmuebles con algún daño; 51 de ellos con muy alto riesgo de colapso de bardas, techumbres y acabados.
Los riesgos y daños a causa de las precipitaciones son otros de los fenómenos que pueden impactar, pero con mucha menor fuerza y consecuencias que en otras regiones del estado, además de que éstas y los incendios son generalmente durante temporadas.

Sin embargo, todo el año, como en otras partes del estado, los sismos, que no puedan ser predecibles, implican el mayor riesgo.
La capital, como varios municipios de la entidad, son zonas con una alta y muy alta sismicidad, con fenómenos hidrometeorológicos por los que tienen que generarse estrategias para minimizar y evitar que se puedan desarrollar desastres más drásticos que dañen a las personas y la calidad de vida”, explicó Claudia Lucía Rodríguez Ríos, consultora y coordinadora general de Proyecto y Planeación Integral, S. A. de C. V.
Durante la presentación del Programa Municipal de Desarrollo Urbano, la especialista identificó a los sismos como uno de los principales fenómenos que afecta o impacta en la ciudad.
En un municipio que tiene una superficie territorial de aproximadamente 86.69 kilómetros cuadrados y 270 mil 955 habitantes, estos fenómenos deben tomarse en cuenta para su desarrollo urbano, expuso la especialista.
En la actual temporada de lluvias, los daños a causa de las precipitaciones han sido evidentes, por ejemplo, con la caída de árboles o de ramas de estos. Tan solo el 7 de junio se reportaron unas de las mayores afectaciones por estas, aunque determinadas también por la falta de atención al arbolado urbano. En las lluvias de aquel día cayeron más de 10 árboles, entre ellos dos laureles de la India (en el zócalo y el jardín Morelos).