“¡Llévese la playera del tiliche!” “¡Atole, pan!” “¿Va a llevar empanadas?” “¿Aguas? ¿Refrescos? ¿Chicarrones?” Los gritos de los vendedores dan cuenta de la variedad de productos que se venden en los alrededores del auditorio Guelaguetza. Desde semillas, tlayudas, memelitas, artesanías en barro negro, sombreros y huipiles o tacos.
Las botargas y edecanes de las marcas patrocinadoras de las fiestas de Guelaguetza conviven con los comerciantes distribuidos en las escaleras del Fortín o a los pies del auditorio. Los asistentes al programa del Lunes del Cerro suben y bajan por entre el humo de los anafres, las sombrillas, las mesas dispuestas a cada lado de las escalinatas o a unos metros del monumento de Benito Juárez.

Aunque solo se autorizaron 126 permisos temporales para los alrededores del auditorio Guelaguetza, en el primer Lunes del Cerro la cifra superó con creces el aval del ayuntamiento de Oaxaca de Juárez, al registrar más de 500 puestos semi fijos y vendedores ambulantes.
Este domingo llegaron los primeros comerciantes a quienes el municipio ha permitido vender durante los días 24, 25 y 31 de julio, así como el 1 de agosto. En otros años su instalación había estado al margen de dictamen alguno y solo se hacía como una costumbre de la que acaso conocía la Dirección de Gobierno. Aunque ahora tuvo el permiso de la autoridad, no lo fue en su totalidad, al menos no por la vía oficial.

Dice municipio que hubo orden
Sin embargo, la jefatura de inspectores asegura que ahora fue de una manera organizada, con orden y vigilancia. “Así como lo programamos, se está cumpliendo”, señala Valerio López, jefe de inspectores de la Secretaría de Gobierno. Aunque para que esto ocurra no ha faltado la llamada de atención para respetar las medidas acordadas para los puestos, el uso de cubrebocas u otras medidas sanitarias.
En las puertas de acceso al auditorio, varios vendedores ambulantes ofrecían ayer frituras, refrescos y aguas, las que asistentes adquirían a precios de al menos 20 pesos. Aunque en el interior, en la venta oficial otros más recorrían los pasillos los pasillos para acercar los productos de las tiendas del interior.
Se estima que para los espectáculos de Donají y de los Lunes del Cerro estos últimos días han estado cerca de 600 vendedores en torno al auditorio; gran parte de ellos de manera ambulante y otros instalados en carpas, puestos semi fijos o con comedores improvisados incluso a las afueras de los domicilios de vecinos.