Los recolectores pirata de basura siguen arrojando desechos sólidos sobre los playones del Río Atoyac, en el perímetro del mercado de madera, de manera impune y con la anuencia o complicidad del municipio de Oaxaca de Juárez y la inoperancia de la Secretaría de Medio Ambiente, Energías y Desarrollo Sustentable (Semaedeso) que encabeza Helena Iturribarría Rojas.
Los cerros de basura, el trasiego de desechos, descargas y movimiento de desechos se puede observar a plena luz del día y a cualquier hora. Se estima que al menos 60 vehículos pirata que cobran por recoger la basura domiciliaria arriban al lugar de manera cotidiana.
Hace algunos días, Héctor López, representante de los recolectores pirata aseguró que hay anuencia del municipio de Oaxaca de Juárez para convertir el lugar en un punto de transferencia. Sobre esa labor pesa una amenaza de sanción de autoridades sanitarias y ambientales por el daño que esto causa a la zona y al río Atoyac.
Hasta el momento Iturribarría Rojas ha evitado pronunciarse en torno a la crisis de basura y las implicaciones que ello tiene para la salud de los habitantes de la ciudad y para el medioambiente de esa parte del río Atoyac, frente al mercado de madera de la Central de Abastos y que es transitada por cientos de automovilistas diariamente.
El fin de semana pasado los recolectores pirata habían amagado con repetir la protesta en la Plaza de la Danza y arrojar ahí los desperdicios por los que cobran una cuota a la ciudadanía. El líder Indicó que los recolectores privados depositarán su basura siempre y cuando el personal del ayuntamiento recoja los residuos para trasladarlos al tiradero municipal de Zaachila.
Iturribarría tampoco ha emitido posición de Semaedeso en torno al cierre del tiradero y el plan o propuesta para buscar un nuevo espacio o el nuevo modelo para el manejo más racional de los desechos de la capital.
El uso de los playones como tiradero clandestino a cielo abierto a unos metros del centro de la ciudad está por cumplir un mes sin visos que ello pueda cambiar. Quienes usan la zona como “centro de transferencia” lamentaron que no les den una respuesta concreta para informales dónde pueden dejar su basura y sigan trabando de manera normal.