Revive conflicto entre Azucenas y Guelaguetza; municipio, “tibio”

Aunque la zona en conflicto quedó blindada por elementos de la Guardia Nacional para su reclutamiento, este lunes revivió el problema entre los comités de vida vecinal (comvives) de las colonias Azucenas y Guelaguetza por la propiedad de una parte donde suelen instalarse comerciantes cada año por las fiestas de Guelaguetza.

Por la mañana, y aun con la presencia de policías en la zona que no intervinieron, se generó un conato de violencia entre vecinos de ambas colonias. El presidente del comité de la Azucenas, Javier Mancilla Ortiz, acusó a la presidenta del comité de la colonia Guelaguetza, Odilia Sánchez, y otro miembro de agredir a una vecinas de Azucenas que presuntamente cuidaba el acceso en la calle Primavera. Asimismo, acusó a Odilia de presuntamente lucrar con espacios públicos para la venta de estas fechas.

El comité de la Azucenas cerró esta vialidad con una cadena, aun cuando el reglamento de Movilidad y Seguridad vial del municipio lo prohíbe, como lo marca el artículo 67. De acuerdo con el comvive de esta colonia el cierre fue por cuestiones de seguridad. Sin embargo, el ayuntamiento tampoco aplicó el reglamento y permitió que se mantuviera la cadena en esta calle.

Por su parte, la presidenta de la colonia Guelaguetza negó los señalamientos e incluso dijo que el conato de la mañana fue una discusión que no llegó a agresiones físicas y que esta inició porque a uno de sus vecinos se le impidió retirar la cadena para ingresar a la calle Primavera.

Con documentos y croquis en mano sobre los límites de ambas colonias, la presidenta de la colonia Guelaguetza dijo que el espacio en disputa pertenece a la colonia que representa y que esto lo reconoce y sabe el ayuntamiento. Sin embargo, acusó a este de tibieza y que en su lugar ha dejado crecer el problema entre ambos comités. Además de que rechazó el supuesto lucro del que se le acusa.

Autorizan, sin dictamen, instalación de comerciantes

Para este Lunes del Cerro, el ayuntamiento capitalino avaló la instalación de cerca de 200 comerciantes en las escaleras del Fortín y en alrededores del auditorio. Sin embargo, esta autorización careció de dictamen por parte de la Comisión de Mercados y Comercio en Vía Pública, que no lo emitió. Este documento, de haberse realizado, debió pasar por el cabildo.

Además de estos vendedores, un grupo de vendedoras de comida que pretendían colocarse en una plazuela en disputa por los comvives de la colonia Guelaguetza y Azucenas terminó instalada en el estacionamiento de la colonia Guelaguetza y bajo el amparo de la organización Sol Rojo.