Aguas negras y extracción de recursos, problemas del Atoyac
Para el COAO, estos factores imposibilitan el saneamiento de este y otros afluentes de la zona metropolitana de Oaxaca
El rescate de los ríos Atoyac y Salado, en la ciudad de Oaxaca y la zona metropolitana del estado, enfrentan dos principales retos: la existencia de descargas de aguas residuales y la extracción de material pétreo.
Ante las iniciativas de algunas autoridades para rescatar estos afluentes en la capital y municipios conurbados, pero que derivan de las resoluciones de tribunales estatales y federales, el Colectivo de Organizaciones Ambientalistas de Oaxaca (COAO) señala que parte de los esfuerzos se enmarcan en la necesidad de cumplir disposiciones internacionales, como la Agenda 2030.
Gobiernos como el de Oaxaca “tienen que cumplir con alguna estrategia o propuesta que hicieron”, explica Gerardo Aldeco Pinelo, presidente del colectivo.
Luego de que el gobierno estatal se refirió a proyectos de infraestructura en la zona sur de la ciudad, como el circuito metropolitano, el activista descartó que parte de ello incluya sanear el río Atoyac.
El reto de sanear este fluente implica superar dos principales problemas en este río, subraya Aldeco Pinelo sobre las aguas residuales que caen en él y que se observan en tramos como el que conecta al puente del Tecnológico con el Porfirio Díaz, en inmediaciones de San Juan Chapultepec y Santa Cruz Xoxocotlán.
Si no tuvieran esos dos problemas el Atoyac o el Salado y todos, no habría tanta contaminación”, detalla el ambientalista, quien descarta que con proyectos como el que se pretende hacer en inmediaciones de la exfábrica de Triplay se logre sanear afluentes como este.
Desde 2019, un tribunal federal ratificó la resolución al juicio de amparo con el que la asociación civil Litigio Estratégico Indígena busca que autoridades municipales, estatales y federales rescaten y preserven los ríos Atoyac y Salado. Aún sin un proyecto concreto de saneamiento y con una recomendación emitida en diciembre de 2020 por la Comisión Nacional de Derechos Humanos, sigue sin iniciar el rescate de estos afluentes.
Como estos ríos, el San Felipe, del que se abastecía de agua a la ciudad de Oaxaca, mantiene un alto grado de contaminación, en parte porque en él también se vierten aguas negras. Colectivos en defensa de este río consideran que hay al menos 96 descargas de aguas negras en el río San Felipe.
A DETALLE
- Desde 2019, un tribunal federal ratificó la resolución al juicio de amparo con el que la asociación civil Litigio Estratégico Indígena busca que autoridades municipales, estatales y federales rescaten y preserven los ríos Atoyac y Salado
- Aún sin un proyecto concreto de saneamiento y con una recomendación emitida en diciembre de 2020 por la Comisión Nacional de Derechos Humanos, sigue sin iniciar el rescate de estos afluentes.