Pandemia deja ‘vacas flacas’ a tablajeros de Villa de Etla
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Pandemia deja ‘vacas flacas’ a tablajeros de Villa de Etla

Para la Unión de Tablajeros, excesivo incremento de insumos; con ocho accesos, las medidas sanitarias son parte de la normalidad


Pandemia deja ‘vacas flacas’ a tablajeros de Villa de Etla | El Imparcial de Oaxaca

Detrás de una barrera plástica, con cubrebocas, el desinfectante a la mano y las esperanzas por vender, una veintena de vendedoras y vendedores de carnes mantiene sus puestos en el mercado de la Villa de Etla. Por casi año y medio, la nueva normalidad ha sido parte de su lucha por generar ingresos a base de la comercialización de productos locales. Pero el incremento en el precio del ganado, de los cerdos y demás lo ha complicado todo.

A esa crisis se suma el impacto diario de la pandemia y la reducción del poder adquisitivo de su clientela. ¿Cuánto cuesta la manteca?, le pregunta un par de mujeres a Magaly Isabel Juárez González. Ella responde que a 40 pesos el kilogramo. Las potenciales clientes se marchan y Juárez González despacha a quien ha ido por un cuarto de carne.

En los demás locales, la clientela llega a cuentagotas. La integrante de la Unión de Tablajeros de la Villa de Etla describe que desde los primeros meses de la pandemia de Covid-19 y a la fecha el impacto se mantiene. “Bajó bastante el desplazamiento; en un principio, más”, cuenta Magaly sobre la dificultad para acabar con la mercancía y así adquirir nueva.

“Se sacrifica menos, se matan menos animales porque el desplazamiento tarda”, ahonda Juárez, quien a esa complejidad suma el incremento de precios de cerdos y reses, lo que hace que cada kilo cueste 20 pesos más que hace un año.

Aunque tienen negocios a los que entregan mercancía, señala que siguen sin lograr las ventas previas. Por varios meses, la suspensión de los días de plaza propició una lenta recuperación, pues en estas jornadas suele acudir mucha gente, pero por la pandemia y riesgos las visitas han disminuido.

La percepción de Magaly, sin embargo, es distinta a la de algunos locatarios del área de frutas y verduras, quienes observan que las ventas se han recuperado, aunque no al nivel deseado. Asimismo, consideran que las medidas sanitarias son seguidas por comerciantes y clientes.

En la Villa de Etla, la emergencia sanitaria obligó a diversas medidas para intentar frenar los contagios. Como en otros municipios de la región Valles Centrales, el cierre de mercados y otras zonas comerciales fue parte de las medidas. El mercado de este municipio no estuvo exento de ello, aunque tras la pausa fueron el miedo, el deterioro económico de las familias y la nueva normalidad la que afectaron.

Hasta hace dos meses, de las tres entradas a esta área, solo una estaba habilitada. En total, el mercado cuenta con ocho accesos, cada uno con una persona a cargo de la dotación de desinfectante para las manos y de observar el uso de cubrebocas y la desinfección de calzado. Sin embargo, el control de temperatura es algo que ha faltado.