Hay apatía ciudadana ante festejos del mes patrio
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Hay apatía ciudadana ante festejos del mes patrio

La venta de artículos de temporada aún es baja y las expectativas de comerciantes es mínima, incluso menor que durante 2020


Hay apatía ciudadana ante festejos del mes patrio | El Imparcial de Oaxaca

Las banderas empezaron a ondear hace días, como cada año previo a las fiestas patrias de septiembre. Pero el colorido de los puestos contrasta con el ánimo y las expectativas de capitalinos y comerciantes en el Centro Histórico de la ciudad de Oaxaca.

Por segundo año consecutivo, la pandemia de Covid-19 enmarca los festejos cívicos por el inicio de la guerra de Independencia de México. Al menos tres puestos temporales se instalaron en los últimos días de agosto en el centro de la capital oaxaqueña.

Banderas de todos tamaños, tambores, escudos, artículos decorativos para autos y oficinas, moños y vestimenta son parte de la oferta en un puesto frente al teatro Macedonio Alcalá. Aunque varias personas preguntan por los precios, muy pocas adquieren los productos.

“Muchos se desaniman por el precio”, reconoce una vendedora, al tiempo de explicar que el incremento es necesario, en tanto sus proveedores también les vendieron a un mayor precio. Las expectativas son bajas ante el desánimo y pocas ventas que considera se deben a la pandemia y por la falta de clases, como hasta 2019.

Cada año, del 25 de agosto al 15 de septiembre, varios puestos se instalan en las esquinas del centro de la ciudad. Aunque en este, son menos que en 2020 y 2019.

La diferencia también se observa en los precios de los artículos, que han aumentado tanto para los intermediarios como para los clientes finales. Una bandera, por ejemplo, puede ir de los 75 a los 550 pesos.

Debido al contexto, la inversión es menos, cuenta la vendedora, quien teme no recuperar su dinero. Y es que hasta 2019, gran parte de la mercancía era adquirida para las actividades escolares, por las cuales los padres buscaban banderas, moños, bigotes, tambores y demás artículos para sus hijos.

“Incluso los vestían con ropa especial, pero desde el año pasado que ya no hubo clases, ya no (hay ventas)”, agrega la comerciante, quien aún guarda las esperanzas por vender matracas, trompetas, maquillajes y demás productos para las fiestas patrias.