El protocolo sanitario rige las visitas a la zona arqueológica de Monte Albán, el primero de los 11 sitios que reabrió en el estado en medio de la pandemia por Covid-19. Pero aunque desde la pluma de acceso al complejo (y en el interior) se recuerden las medidas sanitarias, los visitantes tienden a omitirlas dentro.
Afuera, personal del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) mide la temperatura y pide mantener la sana distancia, además de usar en todo momento el cubrebocas. ¿Lleva alguna cámara GoPro? Es parte del protocolo en el que se pregunta también si se usará equipo de fotografía y video profesional (de ser así, habrá que pagar una cuota). Asimismo, recuerda a visitantes que sobre la zona está prohibido el uso de drones.
Los grupos de turistas tienden a aglomerarse entre las pirámides y estructuras. En algunos casos, entran a zonas restringidas, a pesar de que en ellas existen cuerdas que delimitan el acceso. Los domingos, días en que el acceso para mexicanos y extranjeros residentes es gratuito, la afluencia incrementa considerablemente.
Este domingo, la fila de autos particulares y camionetas turísticas era de varios metros, lo que propició esperas de más de media hora. A pesar de haber llegado antes de las 10 –hora de apertura de la zona– muchos visitantes del estado y del país aguardaron en sus unidades hasta tener el permiso de entrar. Para las 11:15, los estacionamientos del sitio ya habían alcanzado su capacidad máxima.
El resto de la semana, la afluencia ha sido menor, cuentan comerciantes instalados en torno al estacionamiento. “Es que la gente ya quería salir”, se escucha decir a un turista que comenta con sus amigos sobre el gran número de personas que se esparcen por el patio cercano a las taquillas.
Reabierta desde la última semana de noviembre de 2020, la zona arqueológica de Monte Albán recibe diariamente hasta 400 personas los siete días de la semana. Aunque la cifra puede aumentar, según las consideraciones de la directiva. A raíz de los sismos de 2017, los trabajos de reconstrucción siguen en diversos espacios de la zona, por ejemplo, en la plaza principal, a unos metros del juego de pelota. Sin embargo, sigue con áreas restringidas como medida para controlar el flujo de visitantes.
