Contaminación, el mayor problema del Jardín San Francisco en Oaxaca
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Contaminación, el mayor problema del Jardín San Francisco en Oaxaca

Se ha convertido en un sitio de intercambio comercial, por las ventas al por menor, pero también en uno de convivencia familiar


Contaminación, el mayor problema del Jardín San Francisco en Oaxaca | El Imparcial de Oaxaca

Cada día, sus jardineras alojan a cientos de paseantes, personas que acuden a los laboratorios aledaños o a vendedores. El Jardín San Francisco, ubicado a pocas cuadras del Palacio de Gobierno, sobre la calle Carlos María Bustamante, se ha convertido en un sitio de intercambio comercial, por las ventas al por menor, pero también en uno de convivencia familiar, como se observó la mañana de este domingo.

Sin embargo, bajo la sombra de sus árboles y entre las decenas de plantas y arbustos, la contaminación es el mayor de sus problemas. Los restos de basura, botellas de plástico e incluso las de cerveza están en los sitios antes ocupados por el pasto o incluso sobre fragmentos de él. 

Las jardineras, aunque repletas de plantas sembradas por una empresa particular, no están exentas del maltrato de quienes acuden al sitio, que se localiza frente al complejo del templo y exconvento de San Francisco de Asís, en la calle doctor Ramón Pardo, ciudad de Oaxaca. Y donde a unos metros opera el Centro de Educación Artística (Cedart) Miguel Cabrera.

Este, uno de los 80 espacios públicos que abarcan plazuelas, parques, jardines y glorietas en la capital, padece la constante de contaminación que en otros. Parte de ella propiciada por la actividad comercial y otra por la presencia de visitantes. Esto a pesar de que en los anuncios de las jardineras se pide cuidar el sitio como algo propio.

Tanto en la fuente, carente de agua, hay basura y papeles con anuncios publicitarios. Asimismo, los desechos se concentran en un gran contenedor ubicado frente a un laboratorio de análisis clínicos, y del que incluso se desbordan vasos, bolsas y botellas, mientras en su base han quedado acumulados otros restos como recipientes de unicel, bolsas de cubrebocas y de frituras.

 La mañana de ayer eran varias las familias o personas que en solitario descansaban en el jardín, en medio de la basura, junto a casi 10 casetas y puestos semifijos. 

El ambiente ha tratado de cuidarse, como contó una vendedora sobre la plantación de varias especies. Sin embargo, prefirió no opinar sobre la contaminación en el espacio, donde también tienen que pasar pacientes y personal de salud de una clínica cercana.