Adultos mayores trabajan en la informalidad para sobrevivir
“Es por necesidad, si no trabajo qué voy a comer”, dice don Toño
Cada vez es más común que personas de la tercera edad estén en las calles de la ciudad de Oaxaca vendiendo dulces o helados, y lo siguen haciendo en medio de la pandemia por Covid-19.
Aunque muchos hombres y mujeres de la tercera edad están preocupados por recibir la vacuna contra el virus, el señor Toño espera vender los productos que lleva en su caja.
“Es por necesidad, si no trabajo qué voy a comer, y uno come diario”, dijo a la pregunta del por qué a su edad sigue en las calles vendiendo.
Sin proporcionar mayores datos personales, se limitó a afirmar que seguirá en su actividad económica, aún con el riesgo por la pandemia, pues la necesidad le obliga a estar así con su caja de dulces para obtener algunos pesos.
Sin abonar más detalles, don Toño siguió su camino para perderse en las calles.
Otro hombre, en un carrito va jalando sus helados de diversos sabores de una marca conocida y en varias vueltas al zócalo y la Alameda, va vendiendo algunas piezas.
Los va ofreciendo a las personas, niños y niñas que están en el lugar a fin de poder sacar lo del día. En estos días de calor le ha ido mejor que cuando hacía frío, porque tiene más venta, dijo.
Con base en las recomendaciones sanitarias, las personas de la tercera edad se encuentran dentro del sector vulnerable por el contagio del coronavirus y sus complicaciones.
“Hay que trabajar porque el dinero hace falta”, es la respuesta común que dan las personas que están en el trabajo informal y sobre todo que ya son de edad avanzada.
En medio de la pandemia, este sector sigue realizando sus actividades laborales para sostenerse económicamente. De acuerdo con especialistas, la población mayor sigue laborando ante la necesidad de apoyar económicamente a su familia o el deseo de seguir activos.
Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) indican que el número de habitantes con 60 años o más en nuestro país llega a 14 millones y de ellos, solo una cuarta parte recibe pensión.
