Impacta el Covid-19 en tradición de Candelaria
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Impacta el Covid-19 en tradición de Candelaria

Personas que se dedican a elaborar vestimenta para las figuras de Niño Dios han visto reducida la demanda de pedidos; al igual que ellas, quienes elaboran y venden tamales para estas fechas tienen pocos encargos


Impacta el Covid-19 en tradición de Candelaria | El Imparcial de Oaxaca

A unos días de que en México se festeje el Día de la Candelaria, los pedidos de tamales y de vestidos o accesorios para vestir al Niño Dios son pocos. En algunos casos, la demanda es de apenas la mitad o poco más de ella, comparado con el año 2020. La epidemia de Covid-19 impacta en la tradición mexicana que se sostiene en la fe católica.

En la mercería Pily, con más de 125 años de existencia en el Mercado Benito Juárez, el arribo de clientes es constante. Aunque no necesariamente hay las ventas que en años previos. Tras el mostrador cubierto con un plástico para evitar el contacto entre clientes y personal, una adulta mayor narra el trabajo que aprendió con su madre y abuela. 

Evangelina Yolanda Martínez Galindo, de 72 años, es la tercera generación de una familia que por 60 años ha vestido a los Niños Dios y opera esta mercería en la ciudad de Oaxaca.

“Ya tiene muchos años esa tradición, que es la presentación del Niño Dios. Es el día de la luz, la presentación del Niño Jesús en el templo”, cuenta sobre una conmemoración ligada a la fe católica. 

En este año marcado por la epidemia de Covid-19, el trabajo del taller en donde Martínez confecciona los vestidos ha disminuido a la mitad. Sin embargo, espera que en la próxima celebración se mantenga la tradición.

Una expectativa similar tiene Maximiliano Flores, originario de Puebla, quien refiere que por la crisis han bajado las ventas de ropones. “Estamos al 10 por ciento; la mayoría de personas no tiene dinero para surtir”. 

Esther Nieves, creyente católica, dice que el Niño Dios es como un integrante de la familia y vestirlo es una tradición familiar, así como celebrarlo en otras fechas. Aunque en este año su familia fue afectada por la nueva enfermedad, señala que ahora lo recordarán como una manera de agradecer su protección.

TAMALERAS, SIN PEDIDOS

Los pedidos de tamales para el Día de la Candelaria pasan por una situación similar. El 2 de febrero, Día de la Candelaria, se acostumbra que quienes sacaron al “niño” en la rosca de Reyes aporten los tamales. Sin embargo, al menos tres tamaleras del Mercado Sánchez Pascuas coinciden en que los pedidos son muy bajos comparados con el año pasado.

En el puesto “doña Jose”, su propietaria aún espera que haya buenas ventas pese al cierre de escuelas y varias oficinas, pues en los últimos 10 meses ha conseguido apenas el 60 por ciento de lo que había antes de la epidemia. Con el cierre de escuelas y de poca actividad en oficinas, 

Érika Marisol Martínez, quien junto a su mamá (Patricia Martínez) vende tamales en este mercado, señala que han bajado las ventas y los encargos son muy pocos. “Ahorita sí bajó mucho y estamos a la expectativa. A ver el 2 de febrero cómo pintan las ventas”.

Catalina Paz Bernal coincide con ellas. “En estas fechas ya venían muchísimas personas a encargar, pero por la pandemia es poco”.