Músicos de Oaxaca celebran a su patrona, Santa Cecilia
Oaxaca
La Capital Los Municipios
El Imparcial del Istmo El Imparcial de la Costa El Imparcial de la Cuenca
Nacional Internacional Súper Deportivo Especiales Economía Estilo Arte y Cultura En Escena Salud Ecología Ciencia Tecnología Viral Policiaca Opinión

La Capital

Músicos de Oaxaca celebran a su patrona, Santa Cecilia

La emergencia sanitaria de Covid-19 hizo que Vicente y Germán dejaran el zócalo; volvieron hace dos semana y este domingo celebraron a su patrona


  • Músicos de Oaxaca celebran a su patrona, Santa Cecilia
  • Músicos de Oaxaca celebran a su patrona, Santa Cecilia
  • Músicos de Oaxaca celebran a su patrona, Santa Cecilia
  • Músicos de Oaxaca celebran a su patrona, Santa Cecilia

Pasaron casi ocho meses para que Vicente Manuel Martínez Colmenares y Germán Martínez Ruiz volvieran a pisar el escenario. Aquel que por casi 25 años les había permitido vivir de su pasión: la música. La emergencia sanitaria de Covid-19 hizo que estos dos oaxaqueños tuvieran que dejar la plancha del zócalo capitalino. Volvieron hace dos semana y este domingo celebraron a su patrona: Santa Cecilia.

Fue con música de instrumentos andinos y canto la manera en que ambos recordaron a la imagen que toda persona dedicada a la música recuerda cada 22 de noviembre en Oaxaca. “Estamos felices porque tenemos salud, aunque hay carencias en el hogar por la pandemia, pero gracias a Dios estamos vivos y entregando la música”.

Para poder tocar ante extranjeros, visitantes nacionales y habitantes de la ciudad, fue necesaria la anuencia de las autoridades municipales. También, el sobrevivir a varios meses de crisis. “La pandemia nos trajo muchas dificultades económicas”, subraya Vicente, quien además de tocar la flauta es la voz del dueto y de otras agrupaciones musicales y sabe que aún no se permiten los eventos masivos.

TRABAJOS ALTERNOS

Vicente y Germán son, además de músicos, artesanos. Desde marzo, cuando prácticamente dejaron de tocar para otros, se emplearon en la elaboración de instrumentos como los propios, pero con pocas ventas. Vicente instaló un taller para reparar calzado, aunque también echó mano de sus ahorros y vendió varias pertenencias: “mi computadora, una grabadora, vendí bocinas, una consola, muchas cosas”.

Como Vicente o Germán, otros intérpretes del estado tuvieron que emplearse en oficios que no siempre se aproximaban a sus áreas. Otros más abandonaron proyectos, como explica Vicente sobre conocidos que tuvieron que diluir grupos o frenar la grabación de sus discos.

SITUACIÓN SIN PRECEDENTES

La emergencia por Covid-19 es para estos músicos una situación sin precedentes. A su parecer, ni el movimiento político-social de 2006 dejó tantas afectaciones. “Sí nos afectó un poco los de la APPO y los maestros”, dicen quienes vivieron en carne propia, en el corazón de la ciudad, esta revuelta.

“Pero no fue tanto tiempo como en esta ocasión. Había donde trabajar; ahorita no. Para donde quiera que viajemos, es lo mismo”, apuntan estos músicos que como otros escenarios tenían los restaurantes o fiestas particulares. 

Bajo el rayo del sol, con algunos paseantes que se detienen a tomarles fotos, grabarlos con un video o preguntan por sus discos, Vicente y Germán tocan un repertorio variado. Los sonidos de los instrumentos andinos les permiten recrear un tema de la película Ghost: la sombra del amor, pero también un son istmeño: La llorona. O imaginarse otro mundo en medio de la pandemia, a través de Imagine, del ex Beatle John Lenon.