Desalojo violento de tianguis deja incontables lesiones en Oaxaca

Al menos 20 personas que participaban en el Tianguis Autogestivo y Disidente resultaron con afectaciones físicas luego del desalojo efectuado este sábado por policías e inspectores municipales, quienes usaron la fuerza y gases lacrimógenos, afectando incluso a vecinos. 

A decir del colectivo, la acción fue una muestra del poder que busca ejercer la autoridad del presidente municipal Oswaldo García Jarquín en contra de quienes se adhieren a movimientos sociales como el feminismo o que se identifican con géneros distintos al femenino y masculino. 

Y es que resalta que unos 10 policías, entre los alrededor de 40 uniformados y vestidos de civiles, se ensañaron con una persona transexual. Así como contra una madre y su bebé. Sin embargo, las afectaciones alcanzaron a por lo menos 20 participantes, entre los aproximadamente 30. Algunas fueron arrojadas al piso, “las golpearon terriblemente, las empujaron”.

Ante el desalojo que ameritó atención por parte de personal médico y propiciado lesiones graves, organizaciones de la sociedad civil como Consorcio Oaxaca han condenado el actuar de los elementos. Entre ellos los inspectores del comercio en la vía pública, quienes también han sido señalados —en ocasiones pasadas— por impedir la labor de personas de la tercera edad.

“Condenamos las agresiones en contra de las compañeras del Tianguis Autogestivo y Disidente por parte del municipio de Oaxaca encabezado por Oswaldo García Jarquín” escribió Consorcio Oaxaca. 

La organización también retomó parte del reclamo de tianguistas durante el desalojo: “Si no aseguran trabajos dignos y decentes, no criminalicen las resistencias autónomas y autogestivas”.

A un día de las agresiones, que se acompañaron del decomiso de bienes, el colectivo señala que su tianguis no es “una actividad económica capitalista” sino que está enfocado principalmente en el trueque. Tras el desalojo sufrido en inmediaciones de la Casa de la Cultura Oaxaqueña (CCO), las y los participantes, así como aliados, emprendieron un bloqueo temporal en la zona. 

Más tarde, en su página de Facebook, el colectivo comentó parte de lo sufrido y no descartó efectuar una actividad político-cultural el próximo fin de semana a manera de denuncia. Sin embargo, las acciones a emprender o la posibilidad de acudir a instancias de derechos humanos y de justicia aún se analizan.

El tianguis disidente ya se había instalado en al menos un par de sábados previos en las inmediaciones de la CCO. Hasta ahora —y como indicó ayer una vecina— su presencia no había implicado molestia alguna para quienes habitan ahí. Además de señalar que la violencia no era una forma para retirarlo.

Otra vecina, que habló a nombre de habitantes del barrio de los Siete Príncipes, dijo que se oponían a la instalación del tianguis, pues argumentó que el parque fue construido por ellos. Y externó su preocupación porque la instalación de un tianguis da pie al incremento de la delincuencia.

Sin embargo, el tianguis autogestivo y disidente, como ha señalado el colectivo que lo organiza, es distinto al comercio ambulante o en vía pública que se ubica en diversas zonas del Centro Histórico, en donde “hay un líder que los apadrina porque tiene un enlace chueco con el Gobierno del Estado y que tienen que pagar piso o membresía”.

“Aquí somos personas que nos unimos desde nuestras individualidades, disidencias y desde la protesta para ocupar un espacio público, no existen líderes porque todo lo hacemos de manera colectiva”.