Después de finalizar todos los procesos de impugnación y con miras a las elecciones de 2018, el Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana de Oaxaca (IEEPCO), inició el traslado del material electoral que se utilizó durante el proceso electoral de 2016, para su posterior destrucción.
Personal del Instituto que acudió a una de las bodegas ubicadas en el valle Eteco, constató el inicio del traslado de más de 45 toneladas de boletas, documentos electorales y de la tinta indeleble utilizada en las pasadas elecciones en Oaxaca.
Nicanor Díaz Escamilla, director de Organización y Capacitación del IEEPCO, explicó que con estos trabajos se adelanta la preparación para el proceso electoral de 2018, considerada como la más grande de México.
“Esta es la última etapa del proceso electoral de 2016, el material se puede guardar mientras haya impugnaciones no tiene una fecha límite para su resguardo; sin embargo, por el próximo proceso que viene en 2018 nos tenemos que adelantar para su preparación”.
Díaz Escamilla expuso que para el próximo año el material electoral podría aumentar, ya que cada año la lista nominal va creciendo y por ello en cada proceso se aumenta el número de casillas que se instalan en las comunidades.
Estos trabajos fueron presenciados también por la consejera Electoral, Elizabeth Bautista Velasco, y el secretario Ejecutivo del IEEPCO, Luis Miguel Santibáñez Suárez, los cuales continuarán durante las próximas horas.
“Por primera vez en Oaxaca se realiza un proceso eficiente, ordenado y que respeta al medioambiente para proceder a la destrucción de todo el material electoral que se utilizó en las pasadas elecciones”, destacó la Consejera Electoral.
Detalló que los documentos a destruir son votos válidos, votos nulos, boletas sobrantes y aquellas que fueron inutilizadas durante la actividad de conteo, sellado y enfajillado en la elección anterior.
Según datos de los órganos electorales en las elecciones de 2016, se imprimieron alrededor de 8.3 millones de boletas, para la elección de gobernador, diputados, y 153 alcaldes que se rigen por la vía de los partidos políticos, con una inversión superior a 16.9 millones de pesos.
Aunque no se dio a conocer el costo sobre su destrucción, las empresas que se encargarán de destruir el material electoral están instaladas en Veracruz y Estado de México, donde será trasladada toda la documentación para su posterior destrucción.
