Inseguridad aqueja al Infonavit 1ro de Mayo en Oaxaca

Pese a la presencia policiaca, la inseguridad es la mayor problemática para los vecinos de la unidad en donde el fin de semana fue asesinado el joven deportista Rodrigo Abed M. S. En el Infonavit Primero de Mayo, ciudad de Oaxaca, algunos vecinos piensan que incluso el sonido de las unidades en que pasan los policías es un aviso para que los delincuentes se vayan a tiempo.

Los asaltos son constantes y una vendedora de pan en la calle Esteban Baca Calderón lo sabe; en mes y medio, ha sido víctima del robo de la mercancía. Esta última, durante la noche del lunes o madrugada del martes. Beatriz Carmen Gutiérrez, presidenta de uno de los 13 comités de una unidad confirma la percepción de inseguridad de sus vecinos. 

Los vecinos “me hablan de mucha inseguridad, de que hay familias completas que roban mientras sus niños entretienen a las personas”. A decir de la representante y lo que le cuentan los habitantes, este es uno de los modos de operar de algunos delincuentes, quienes cree que provienen de otras partes de la ciudad. 

Si bien, explica que los recorridos de la policía son constantes, lo mismo que la iluminación, los ilícitos están a la orden del día. Ya sea en atracos más planeados como los hechos por grupos como los que les ocurren a los transeúntes, quienes son despojados de sus pertenencias, incluidas alhajas, a plena luz del día.

“Últimamente hay muchos (asaltos)” en la primera etapa del Infonavit, ahonda. Y eso ha propiciado que algunos residentes sufran asaltos hasta en dos ocasiones en sus hogares y en poco tiempo. El clima de inseguridad también ha hecho que se coloquen alarmas en las casas, subraya. Lo mismo que el crear grupos para organizarse y cuidarse entre sí. Aunque confiesa que no siempre existe la solidaridad a la hora de un percance.

En un recorrido por la zona incluso se observa alguna cámara de vigilancia, pero los callejones o calles parecen abandonadas entre los montones de basura o el deterioro de la cancha de basquetbol.

Previo a la emergencia sanitaria, los vecinos y comités incluso se organizaban para efectuar recorridos nocturnos con la policía. Y eso hizo que bajara, relativamente, la inseguridad. Aunque por ahora, el ambiente parece poco seguro.