Ambulantes saturan calles y plazas de Oaxaca
Las calles del primer cuadro del centro ya están invadidas.
A punto de iniciar la Semana Santa en nuestra capital, las calles, parques y espacios públicos lucen llenos de puestos semifijos que recibirán a los paseantes nacionales y extranjeros y ponen en entredicho el nombramiento de Patrimonio Cultural de la Humanidad desde 1987 por la UNESCO.
El comercio ambulante se ha adueñado por completo de la vía pública y de las plazas y jardines, ante la irritación de los dueños de comercios establecidos, quienes enfrentan una competencia desleal.
Sin que se conozca hasta el momento el número de puestos que se encuentran distribuidos en el Zócalo, la Alameda, el Andador Turístico Macedonio Alcalá y otras zonas emblemáticas, hay una total anarquía que se debe resolver, dijo Jaime Zorrilla Diego, consejero de la Canaco-Servytur.
Lamentó que los visitantes lleguen a la ciudad y se encuentren con un comercio en vía pública desbordado, en franco agravio al comercio establecido que de manera puntual paga impuestos y servicios, genera empleos y ayuda a la economía del municipio.
El presidente municipal, Oswaldo García Jarquín ha dicho que el ordenamiento del comercio ambulante en el Centro Histórico de la ciudad se realizará para restituir el principio de legalidad que debe prevalecer en toda sociedad para la convivencia armónica y pacífica de los habitantes.
Y que el comercio en la vía pública debe estar sujeto a las áreas que la propia autoridad determine, sin afectar la vialidad, la imagen urbana o las áreas de uso común.
Por ello, informó “que irremediablemente el Gobierno Municipal realizará un censo en el primer cuadro de la ciudad con el objetivo de indicar cuáles son los puestos que operan fuera de la ley”.
En tanto, la Dirección de Comercio en la Vía Pública del Gobierno Municipal de Oaxaca admitió que hay un desfase del último censo y el cálculo hecho es que son más 3 mil puestos ambulantes los que están establecidos sólo en la zona centro de la capital.
En estos puestos se venden desde artesanías, comida, hasta zapatos y tenis de marcas clonadas y se han instalado en espacios públicos al finalizar la pasada administración, sin que hasta el momento se haya anunciado su reordenación.
