Afectan obesidad y sobrepeso a población estudiantil de Oaxaca
Oaxaca
La Capital Los Municipios
El Imparcial del Istmo El Imparcial de la Costa El Imparcial de la Cuenca
Nacional Internacional Súper Deportivo Especiales Economía Estilo Arte y Cultura En Escena Salud Ecología Ciencia Tecnología Viral Policiaca Opinión

La Capital

Afectan obesidad y sobrepeso a población estudiantil de Oaxaca

Piden apoyo de padres de familia para que niños y jóvenes abandonen los malos hábitos alimenticios y con ello destierren sobrepeso y obesidad


Afectan obesidad y sobrepeso a población estudiantil de Oaxaca | El Imparcial de Oaxaca

Los esfuerzos para lograr que los niños, niñas y jóvenes de Oaxaca abandonen los malos hábitos alimenticios y con ello destierren sobrepeso y obesidad, es una lucha titánica que han emprendido las escuelas públicas de la capital, pero que necesitan del apoyo y respaldo de los padres y madres de familia.

Aunado a ello, es necesario brindar seguimiento lo suficientemente estricto como para lograr lo que se requiere, pues de acuerdo con estudios realizados por el Área de Investigación en Políticas y Programas de Nutrición del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), es en la escuela donde los niños comen más; por ello, la necesidad de que su alimentación sea sana.

NIÑOS Y JÓVENES CON OBESIDAD
En la Escuela Moisés Sainz Garza, con una población estudiantil de mil 150 alumnos en los dos turnos, el índice corporal de los alumnos de entre 11 y 15 años refleja que existe obesidad y sobrepeso, admitió el director Marcos José García.
Esta situación ha obligado a dialogar con los padres y madres de familia, con los maestros para definir lineamientos; además de fomentar las actividades de activación física.

Acorde con las normas establecidas por el IEEPO y la Secretaría de Salud, permanentemente se les recuerda los alimentos que deben de expender en el área de la cooperativa escolar; además de contar con médico que constantemente revisa el tipo de alimentos que se expenden.

“Todo esto está normado, tenemos unas limitantes en cuanto a las bebidas que no son nutritivas y de productos chatarra que definitivamente en la escuela no se venden. Perdemos la batalla porque los muchachos cuando salen de la escuela los compran en la esquina”.

Aseguró que hacen su mayor esfuerzo, pero en su opinión se necesita otro tratamiento, ya que a pesar de que los padres de familia están recibiendo todo la información, sus cargas de trabajo y su dinámica propia muchas veces lo que hacen es comprar alimentos rápidos que no siempre resultan nutritivos, lo que se refleja en la talla y peso de los alumnos.

Ante tal situación, indicó que se ha alertado a los padres que el sobrepeso y obesidad pueden traer consigo enfermedades como la diabetes y la hipertensión, y si bien hay quienes han hecho caso y atiende el problema; otros no tanto y hay quienes no pueden.

UN PROGRAMA SIN SEGUIR
La prohibición de venta de comida chatarra en las escuelas que opera desde hace cinco años en el país es un ideal que no ocurre en la práctica, debido a que la propia reglamentación de la Secretaría de Educación Pública (SEP) permite la venta de bebidas azucaradas y menús a criterios de las cooperativas escolares, incluso sin regulación ni sanciones.

La prohibición de los alimentos chatarra forma parte de la reforma educativa, en la que se adicionó el artículo 24 bis de la Ley General de Educación, el cual establece que “la Secretaría de Educación Pública podrá establecer los lineamientos y prohibiciones para el expendio y distribución de alimentos en las instituciones educativas del país”.

Padres de familia de la Escuela España, aseguraron que después de esta disposición se han organizado para que sus hijos consuman alimentos nutritivos, desde frutas y verduras, cereales y agua.

Aunado a ello, están fomentando dejar de usar el plástico, “luego de que se prohibió el uso del unicel se busca evitar las bolsas de plástico y que los platos donde consumen sus alimentos no sean desechables.

Admitieron que a la salida de clases hay vendedores de golosinas y otros productos, pero que corresponde a los propios padres de familia comprarlos. Fácilmente se puede comprar comida chatarra, “hasta hace poco yo le daba dinero a mi hija para que comiera creyendo que era sana la oferta”, declaró una madre.

LAS ESTADÍSTICAS
Con datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) 2016, tres de cada 10 niños viven con exceso de peso y el ambiente obesogénico los pone en riesgo de padecer hipertensión, ser resistentes a la insulina y desarrollar diabetes tipo 2, problemas en el crecimiento, deformación en los huesos por el sobrepeso y déficit de atención.

No hay estadísticas oficiales públicas sobre la venta de comida chatarra en las escuelas, solamente el intento de la sociedad civil en el portal Mi escuela saludable, que establece por medio de acusaciones de padres de familias a las escuelas donde se venden.

De acuerdo con la estadística de dicho portal, para el ciclo escolar 2017-2018 se reportaron malas prácticas en 327 escuelas de los 31 estados y la capital del país.

De estos reportes, el 99% aseguraron que se vendía comida chatarra de lunes a jueves; 67.5% señaló la venta de bebidas azucaradas y 96.2% que no hubo un comité que vigile la prohibición de la venta de comida chatarra, siendo la figura encargada de supervisar que no se vendan estos productos.