En esa comunidad, las familias aún no se reponen de las réplicas que sigue provocando el sismo con magnitud 8.2 que devastó el Istmo de Tehuantepec.
La ayuda sigue llegando, aunque ha sido poca, aunque los habitantes afirman que han logrado sobrevivir con los apoyos que se otorgan mutuamente.
San Pedro Huamulula al igual que su municipio vecino Santiago Astata son dos comunidades enclavadas en la zona Chontal, donde las familias prácticamente lo perdieron todo. Desde hace una semana, un grupo de personas comenzaron con las labores de censar aquellas viviendas que resultaron afectados por el temblor.
Hasta el viernes, llevaban más de 600 casas censadas y que presentaban daños de consideración debido a que están edificadas de barro, ladrillo, teja y madera que no aguantaron el movimiento telúrico.
El jefe de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social en el Istmo, Alejandro Jerónimo, quien fue comisionado en esa zona, expresó que la situación que se palpó era crítica, sin embargo continuaban con el censo casa por casa.
Algunas casas aún se mantienen en pie, aunque están en muy malas condiciones estructurales y requieren de demolición.
Aunque la prioridad de gobierno es atender a las familias damnificadas por el paso del temblor, para que vuelvan a tener un hogar donde morar para continuar con su desarrollo habitual.
El camino para poder acceder a la comunidad, está en muy malas condiciones para transitar, sin embargo, los habitantes ingresan o salen en busca de ayuda y otros más acuden en busca de alimento para sus familiares.
