Las celebraciones de las majestuosas Velas de Mayo en Juchitán, conocidas por sus vibrantes colores y su devoción a diferentes patronos, culminaron este sábado con la regada de San Vicente Ferrer Chico, conocida como la Vela “Cheguigo”. Sin embargo, detrás de la alegría y el colorido de la festividad, se esconde una problemática que contradice el espíritu de la celebración: la enorme cantidad de basura generada y abandonada en las calles sin la mínima conciencia ambiental.
CALLES INVADIDAS DE BASURA
Este domingo, las calles del centro de Juchitán amanecieron repletas de desechos inorgánicos, producto de la falta de sentido común de los participantes de la fiesta, quienes no recogieron su basura ni la depositaron en un lugar adecuado. La escena era similar a una resaca post-fiestas, con calles invadidas por restos de la celebración que manchaban el paisaje de la ciudad.
Jhoana Toledo, una usuaria de Facebook, lamentó profundamente la situación y publicó un mensaje acompañado de fotografías que evidencian la aglomeración de basura en las calles de Juchitán.
“Muy bonitas nuestras tradiciones, pero nuestra basura no”, expresó Toledo en su publicación. En un tono reflexivo, agregó: “Estamos viviendo calores infernales por la contaminación, hagamos un pequeño cambio no nos cuesta nada” (Sic.).
El problema de la basura no es nuevo para Juchitán. Hace unos días se reportó el estado crítico del Río de las Nutrias o Río de Los Perros, agonizante debido a la cantidad de desechos arrojados por la ciudadanía. Ahora, las calles de la ciudad muestran un reflejo similar, evidenciando una contradicción dolorosa entre las majestuosas fiestas y la falta de cultura y educación ambiental para manejar los desechos de manera adecuada.
EXIGE UNA REFLEXIÓN PROFUNDA
La situación exige una reflexión profunda y un cambio en la actitud de los habitantes y visitantes de Juchitán. Mientras las tradiciones y festividades son una parte esencial de la identidad cultural de la región, es crucial que vayan de la mano con un sentido de responsabilidad y cuidado por el entorno. La basura abandonada no solo afecta la estética de la ciudad, sino que también contribuye a problemas ambientales mayores que impactan la calidad de vida de todos.
En resumen, las Velas de Mayo, con toda su alegría y tradición, también deben ser una oportunidad para educar y fomentar prácticas responsables en el manejo de residuos. Solo así se podrá celebrar con verdadero orgullo y sin dañar el entorno que todos comparten.
