Más de dos mil migrantes concentrados en el crucero de Juchitán buscan transporte para la capital oaxaqueña, y luego intentar llegar a Estado Unidos.
Los indocumentados deambulan en las calles periféricas de acceso de esta ciudad, en busca de alimentos.
De igual manera recaudan fondos con la venta de dulces o piden apoyo monetario para mantener su estancia.
En el punto conocido como parque Garibaldi, los migrantes instalaron un campamento provisional para protegerse de los intensos rayos del sol, mientras que esperan el momento adecuado para adquirir sus boletos de autobús que les permita continuar con su recorrido.
En tanto, continuamente se quejan porque los comerciantes de alimentos de la zona incrementaron el costo del platillo. Un par de huevos preparados cuesta 50 pesos, ya que los insumos para cocinarlos, como el gas, son caros; además incluye salsa, tortillas y frijoles.
La alta demanda del transporte de los migrantes, ha generado inconformidad entre las familias juchitecas y pueblos vecinos, ya que tienen problemas para adquirir sus boletos ante las largas filas que se generan en las diversas terminales de autobuses.
Bernarda Romero, originaria de la 8ª sección Cheguigo, denunció que perdió su cita médica programada para el 22 de marzo pasado, en el hospital del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) de la ciudad de Oaxaca, dado que se agotaron los boletos de autobús; agregó que su cita tuvo que ser reprogramada para el 4 de mayo próximo.
La presencia de indocumentados obligó a las autoridades municipales a plantear la problemática ante la mesa de seguridad que se llevó a cabo en Juchitán en días pasados, en donde solicitaron la intervención del Instituto Nacional de Migración (INM), y de la Guardia Nacional (GN), sin embargo, hasta la fecha no se ha aplicado algún programa de atención.