Estafan a istmeños por medio de redes sociales

A través de las diversas redes sociales, y con la creación de cuentas falsas de familiares y amigos, los istmeños están siendo estafados con montos superiores a los tres mil pesos, los cuales deben de ser depositados en diversa cuentas bancarias. 

Angelino López denunció que en días pasados recibió un mensaje privado de Facebook de uno de sus amigos, quien le solicitó inicialmente la cantidad de tres mil pesos, debido a que en ese momento franqueaba un problema, y terminó aceptando transferir cinco mil pesos luego de una breve charla.

De inmediato, el defraudador le envió el número de cuenta 0020735601907785020 de una tarjeta del banco Banamex a donde realizó un primer depósito de tres mil pesos, pero ante la insistencia del defraudador, hizo un segundo depósito de dos mil pesos.

El afectado explicó que el o los defraudadores crearon una cuenta falsa utilizando la información y fotografías de su amigo, a través de la cual previamente enviaron solicitudes de amistad a sus contactos, con el objetivo de obtener información de las posibles víctimas.

Agregó que mantener de forma pública su información personal en las redes sociales lo convirtió en víctima, por lo que ante la falta de pruebas no puede proceder penalmente contra quien o quienes resulten culpables del fraude.

Por otra parte, Gerardo Parada reconoció haber recibido una llamada del número telefónico 971 211 1232, en donde su interlocutor le notificó que el motivo de la misma se debía a cargos indebidos realizados en su tarjeta Bancomer.

El supuesto operador bancario dijo que por motivos preventivos su número de cuenta sería vinculada al programa informático AnyDesk, por lo que debía proporcionar una clave que le fue enviada a su número telefónico.

AnyDesk permite a cualquier persona conectarse de manera remota a una computadora desde cualquier parte del mundo. 

En un tercer caso, Yolanda Gómez dio a conocer que recibió una llamada telefónica en donde un hombre le informó que tenía secuestrada a su hija, sin embargo, en el momento que la misma persona intentó imitar la voz de una mujer, suspendió la comunicación.