Hospital INSABI de Juchitán cierra sus puertas
El Hospital INSABI de Juchitán solamente funcionó con diez camas de las 42 anunciadas por el gobierno del estado y la federación.
A pocos días de cumplir un año de haberse instalado el hospital Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI) en esta ciudad, cerró sus puertas sin cumplir las expectativas para lo cual fue establecido en la región del Istmo.
El lunes 15 de junio del 2020, autoridades federales y estatales inauguraron el hospital INSABI, al tiempo de anunciar que en este lugar se brindaría atención a 25 personas en estado crítico por contagio del virus SARS-CoV-2 de la región del Istmo.
Durante el evento, las autoridades federales y estatales entregaron las instalaciones al personal de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), quienes con el apoyo de personal médico y enfermeras contratados de manera provisional estarían atendiendo a los istmeños.
El 6 de julio del 2020, el gobierno federal anunció que el hospital INSABI amplió de 25 a 42 camas el Hospital de Especialidades de Juchitán de para la atención de casos de personas contagiadas por Coronavirus (Covid-19).
De manera sorpresiva y sin previo aviso por parte del Gobierno Federal, el Hospital INSABI cerró sus puertas en esta ciudad, por lo que el personal de la Sedena con el apoyo de ambulancias de los Servicios de Salud de Oaxaca refirió a las personas que se encontraban internadas en este lugar a los hospitales de Salina Cruz y Ciudad Ixtepec.
Félix Merlín Carvallido, subdelegado sindical del Hospital General Dr. Macedonio Benítez Fuentes de la ciudad de Juchitán, Oaxaca dio a conocer que debido al cierre del hospital INSABI, se han saturado los servicios en los nosocomios de la región del Istmo, y ha habido la necesidad de no rechazar a los pacientes, al no haber lugares para la atención que requieren.
El funcionamiento del hospital INSABI en esta ciudad fue limitado, ya que solamente contó con diez camas desde un principio, lo que contradijo el anuncio de las autoridades estatales y federales ya que nunca funcionaron las 25 camas, y mucho menos las 42 como se pregonó en última instancia.
En el exterior del edificio se observa la presencia del personal de la Sedena, quienes resguardan el edificio y los pocos equipos que se mantienen en el lugar.
