Aún hay damnificados del sismo de 2017 en el Istmo

“Ya estábamos dormidos, era casi la medianoche, mi esposa, mi hija y mi nieta estaban acostadas dentro de la casa, yo estaba en el corredor, en una hamaca, cuando de repente se empezó a mover la tierra y todo fue oscuridad”.

Lo anterior forma parte del relato de Armando Martínez Guerra, uno de los sobrevivientes del fatídico terremoto de 8.2 grados que se registró el 7 de septiembre del 2017, quien al igual que su esposa, quedó sepultado bajo los escombros de su vivienda rústica construida de adobe y tejas en la séptima sección de esta ciudad.

Don armando relata que su hija y nieta lograron salir de la casa, su esposa en su intento de huir fue golpeada por una viga de madera que sostenía el techo de la vivienda, mientras él, fue abrazado por los hilos de la hamaca que no le permitieron abandonarla, ambos quedaron sepultados bajo los escombros.

Pedro Enrique Godínez es un integrante de la comunidad Muxhe de Juchitán, quien al igual que Don Armando, no logro abandonar la vivienda rústica que habitaba en el centro de la ciudad, por lo que fue sepultado por grandes cantidades de escombros.

El defensor de los Derechos Humanos de la comunidad Muxhe, tenía su estética en el mismo lugar, por lo que perdió sus utensilios de trabajo, en ambos casos, los vecinos fueron los encargados de rescatarlos con vida y con serias lesiones corporales.

Tercer aniversario

Durante la mañana de ayer, integrantes del cabildo municipal de Juchitán conmemoraron el tercer aniversario del terremoto del 7 de septiembre de 2017, con la presencia del comisionado nacional para la reconstrucción, David Cervantes Peredo, Edna Vega de la Comisión Nacional de Vivienda (Conavi), entre otros funcionarios federales.

Anunciaron que el Programa Nacional de Reconstrucción (PNR) continuará durante el 2021, y con el respaldo de la federación será remodelado de manera integral el centro histórico que incluirá la rehabilitación de los parques “Benito Juárez” y “Heliodoro Charis Castro”, la repavimentación de calles, así como la renovación del puente peatonal “Saúl Martínez”.

Durante las primeras etapas de reconstrucción que estuvieron en manos de funcionarios estatales, el desvió de recursos destinados para aquellas familias que perdieron su patrimonio fue evidente, por lo que hasta el momento varias de ellas no cuentan con una vivienda digna.

Las movilizaciones realizadas por diversas organizaciones sociales, permitieron que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) emitiera una recomendación que beneficia a 4,800 damnificados con folio en mano, ya que las autoridades solamente beneficiaron a un de 100 a través del apoyo total.