Sindicato de Telefonistas entra en paro de labores en el Istmo

Integrantes del Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana (STRM), de la región del Istmo se declararon en paro de labores en respuesta al llamado que realizó su dirigencia nacional, respeto a la demanda del establecimiento de una mesa de diálogo en donde participen representantes legales de la empresa Teléfonos de México (Telmex) con capacidad resolutiva.

En el puerto de Salina Cruz y en Juchitán, los trabajadores sindicalizados de Teléfonos de México pararon labores a partir de las 08:00 horas de ayer para concentrarse en los accesos principales de las oficinas administrativas y operativas, por lo que el servicio a clientes fue suspendido.

Los representantes de los trabajadores destacan que Telmex se niega a respetar el contrato colectivo de trabajo firmado en años anteriores, además de rechazar las modificaciones que ha propuesto su dirigencia nacional de su sindicato en diversas reuniones que han tenido.

Los telefonistas exigen que la empresa desista de eliminar la cláusula 149 que establece los derechos a la jubilación de los trabajadores de nuevo ingreso, argumentando que atraviesa por una difícil situación económica y la baja en sus ingresos, derivado de la regulación a la que fue sometida por el Gobierno Federal.

Ante esto los trabajadores señalaron que la situación de la empresa es transitoria, por lo que no están dispuestos a sacrificar el futuro de sus compañeros de nuevo ingreso, arrebatándoles su derecho a la jubilación, lo cual es una conquista sindical derivado de su lucha histórica como organización.

Asimismo destacaron estar consientes de la necesidad de comunicación de la población en general, sobre todo en estos tiempos de pandemia, sin embargo, los derechos laborales de los trabajadores también son una  prioridad, ya que no pueden permitir que la empresa pretenda aprovechar la situación delicada por la que atraviesa el país para obligar a la base trabajadora a pagar los daños causados a la economía de la empresa provocada por la regulación intrusiva emitida por el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), y las malas decisiones tomadas por Teléfonos de México.