La capital rusa, Moscú, ha experimentado la mayor nevada en 145 años, dejando un manto de hasta 40 centímetros de nieve en algunos barrios. Este récord de precipitaciones ha llevado a un esfuerzo continuo de los servicios comunales para mitigar las consecuencias.
Las condiciones meteorológicas se espera que empeoren, ya que se pronostican temperaturas extremadamente bajas a finales de la semana. Se espera que los termómetros en Moscú alcancen hasta 20 grados bajo cero, mientras que Siberia enfrentará temperaturas aún más extremas, llegando a los 40-50 grados bajo cero en algunas regiones, incluyendo Krasnoyarsk, Jabárovsk, Magadán, Yakutia y Chukotka.
Las fuertes nevadas han causado interrupciones en el tráfico, tanto en carreteras como en vuelos. Casi 200 camiones quedaron atrapados en la nieve, y se reportaron retrasos y cancelaciones en vuelos desde y hacia los aeropuertos de Moscú.
Se insta a la población a tomar precauciones ante estas condiciones climáticas extremas, y se espera que las autoridades continúen monitoreando y respondiendo a los desafíos planteados por el invierno riguroso.