Un conductor embistió intencionadamente su vehículo contra una multitud en el centro de China este viernes, matando a seis personas, antes de ser abatido por la policía, anunció la televisión nacional.
El drama se produjo en la ciudad de Zaoyang, en la provincia de Hubei, precisó la cadena CCTV en redes sociales. Otros siete heridos fueron hospitalizados, según la misma fuente, que no proporcionó detalles sobre la motivación del conductor.
El pasado noviembre se produjeron dos hechos similares en el país. En un pueblo de la provincia de Sichuan (sudoeste), un conductor embistió a varios peatones por motivos desconocidos, matando a siete de ellos.
Cinco días antes, un automovilista había atropellado a varios niños en la provincia de Liaoning (noreste), dejando cinco muertos y 19 heridos. El hombre, un desempleado de 29 años, eligió a sus víctimas “al azar” tras una discusión su esposa, según medios estatales.
En septiembre, un cuadragenario descrito por la policía como un “vengador reincidente” armado con cuchillos embistió su 4×4 en una plaza pública de la provincia de Hunan (centro), matando a 11 personas y dejando 44 heridos. El hombre fue detenido.
En 2013, dos turistas murieron en la plaza de Tiananmen, en Pekín, cuando un vehículo se precipitó contra la multitud en una acera antes de incendiarse.
Las autoridades imputaron este ataque, en el que murieron tres asaltantes, a separatistas de la etnia musulmana uigur, procedentes de la región de Xinjiang, en el noroeste del país.
China, donde los automovilistas suelen ignorar las normas de circulación, registra actualmente altos niveles de mortalidad en las carreteras, con 58.000 personas muertas en accidentes de tránsito en 2015, según cifras oficiales.
