La crisis económica y social que se ha agravado progresivamente durante los últimos cinco años en Venezuela golpea el estado emocional de las personas de distintas edades, ocupación y estrato social, disparando las consultas con pacientes con depresión, ansiedad e inclusive el índice de suicidios se han triplicado en los últimos cuatro años.
“Hay un incremento entre los jóvenes y personas adultos mayores, que es algo que no era común (…), esos casos hemos visto muy claramente que como motivación ha estado en algunos casos la desesperación personal…”, afirmó a El Heraldo de México, Roberto Briceño León, director del Observatorio Venezolano de Violencia.
De acuerdo con el observatorio, antes del chavismo, el suicidio representaba entre 4 y 5 personas por cada 100 mil habitantes, pero a partir del 2015 los suicidios se dispararon a una media de aproximadamente 19 personas por cada 100 mil habitantes.
Briceño León aclaró que “en Venezuela no existen datos generales y oficiales sobre los casos de suicidio porque el anuario de mortalidad dejó de publicarse hace 5 años y porque las familias evitan informar”.
Los miembros del Observatorio Venezolano de Violencia acuden a fuentes locales como hospitales y morgues para recabar datos puntuales.
“Para nosotros sociológicamente lo que es importante es que los suicidios, que por supuesto siempre tienen una condición personal, una circunstancia individual, pero el incremento de los suicidios está asociado a la crisis general del país y pudiera llamarlo a la ausencia de futuro en el país”, afirmó Briceño.
AUMENTAN CONSULTAS
Psicólogos y psiquiatras reportan que en Venezuela han aumentado las consultas de pacientes con depresión y ansiedad. “Recibimos mucha gente solicitando ayuda y han crecido de manera significativa las consultas por trastornos de estrés y trastornos en el estado de ánimo”, dijo a este diario, Yelena Yanes, presidenta del Colegio de Psicólogos del Estado Miranda.
Ciudadanos de todo el país se muestran cada vez más agobiados por la escasez de medicamentos, porque día tras día pueden comprar menos con su salario o pensión como consecuencia de la hiperinflación, por las limitaciones e incomodidad provocadas por las fallas de servicios como electricidad y agua y porque parte de sus familiares y amigos se han ido del país.
“Han crecido los pensamientos de desesperanza, pensamientos de ‘con esto no voy a poder’, y la depresión, que es uno de los trastornos más duros, lo que trae como consecuencia más directa y más lamentable, son las ideas suicidas con intentos reales”, afirmó Yanes.
La migración de más de tres millones de venezolanos para buscar mejores condiciones de vida ha afectado emocionalmente a familiares y amigos. “Un duelo por migración no necesariamente lleva a una depresión, sin embargo, las condiciones bajo las cuales se está dando el proceso migratorio en Venezuela sí es un factor precipitante para generar depresión”, dijo la psicóloga Meury Rivero.
“Es diferente cuando mi hijo me notifica que se va porque quiere una oportunidad de estudio, porque hay algo mejor, a cuando mi hijo me dice: ya no tengo oportunidades en Venezuela. Es un factor precipitante porque le anuncia a la madre que es probable que ese hijo no volverá”, afirmó.
