Un empleado de la embajada de Ucrania en Madrid, España, sufrió heridas leves cuando una carta bomba explotó este miércoles dentro de las instalaciones diplomáticas, según el Ministerio del Interior de España.
El trabajador pudo llegar a un hospital por su propia cuenta, dijo un portavoz del ministerio.
La carta bomba fue enviada al embajador Serhii Pohoreltsev y explotó mientras el integrante del personal administrativo, un ciudadano ucraniano, la abría, informó el diario El Mundo.
Ministro de Relaciones Exteriores de Ucrani declara
Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleva, señaló que después de que el sobre llegó a la embajada, el empleado “comenzó a abrirlo y ocurrió una explosión”.
El empleado lesionado recibió atención médica y “ya regresó a la embajada”, informó.
“Es un ataque muy grave, a una oficina diplomática que está protegida por el derecho internacional”, añadió Dmytro Kuleba. “La policía española está investigando. Ordené a todas las oficinas diplomáticas aumentar la protección. Protegeremos a todos los ucranianos no solo en Ucrania sino también en el extranjero”, sentenció.
A la embajada han acudido técnicos especialistas en desactivación de explosivos de la Policía Nacional de España y binomios caninos que colaboran con expertos en explosivos, así como agentes de la Policía Científica y expertos antiterroristas.
La zona se encuentra acordonada y protegida mientras se realizan las investigaciones.
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, se encontraba en el Congreso en una audiencia sobre la tragedia ocurrida en Melilla, cuando hubo un incidente con cientos de migrantes que estaban en una cerca en el norte de África y Marruecos. En ese hecho murieron 23 personas.
“Quienquiera que esté detrás de la puesta en escena de esta explosión, no logrará asustar a los diplomáticos ucranianos ni detener sus esfuerzos diarios para fortalecer a Ucrania y contrarrestar la agresión rusa”, dijo Oleh Nikolenko, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Ucrania.
Vía El Financiero
