Donald Trump, expresidente de Estados Unidos, asistió este 2 de octubre como testigo a la primera audiencia de un juicio civil en Nueva York por acusaciones de fraude continuado relacionado con la Organización Trump. Pese a la gravedad de las acusaciones, el exmandatario no enfrenta penas de cárcel en este caso.
“Estamos ante una fiscal general racista que montó un espectáculo de terror. Es una farsa”, manifestó Trump a la prensa antes de entrar a la audiencia en la Corte Suprema del Estado de Nueva York.
Este juicio podría ser solo el comienzo de una serie de problemas legales para Trump, quien ha sido señalado como el favorito republicano para las elecciones presidenciales de 2024. Aunque estos procesos no han impactado su popularidad dentro del partido, amenazan con complicar sus aspiraciones políticas.
El juez Arthur Engoron determinó la semana pasada que hubo “fraude continuado” en la Organización Trump, acusándola de sobrevalorar su patrimonio en miles de millones de dólares entre 2014 y 2021. Como resultado, ordenó la revocación de los permisos comerciales de Trump y dos de sus hijos en Nueva York, además de la confiscación de las empresas involucradas en la demanda.
Al perder estos permisos, Trump podría perder el control de propiedades icónicas, como la Trump Tower en Manhattan. La fiscal general Letitia James ha señalado que diversas propiedades, incluida la residencia Mar-a-Lago en Florida, fueron sobrevaloradas fraudulentamente.
A pesar de estas acusaciones, Trump permanece desafiante. Mientras enfrenta este juicio, se espera que comparezca ante otros tribunales por diferentes cargos, incluido un intento de revertir los resultados de las elecciones de 2020.
La fiscal James está solicitando el reconocimiento de otras infracciones financieras y una multa de 250 millones de dólares.