La extraña historia del hombre que tuvo hipo durante 68 años
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La extraña historia del hombre que tuvo hipo durante 68 años

Charles Osborne sufrió un ataque de hipo en 1922 y vivió con este molesto síntoma durante 68 años.


La extraña historia del hombre que tuvo hipo durante 68 años | El Imparcial de Oaxaca

 

Un caso excepcional ha llamado la atención de la comunidad médica: Charles Osborne, un estadounidense que sufrió un ataque de hipo en 1922 y vivió con este molesto síntoma durante 68 años. Su caso desafió las explicaciones médicas y se convirtió en una historia intrigante y única.

El infortunio de Osborne comenzó el 13 de junio de 1922, cuando experimentó un episodio de hipo que no desapareció, persistiendo sin descanso durante casi siete décadas. Fue en febrero de 1990, un año antes de su fallecimiento, que el hipo cesó de manera repentina, dejando perplejos tanto a los médicos como a Osborne mismo.

Durante su vida, se estima que Charles Osborne sufrió aproximadamente 430 millones de hipos. A pesar de esta condición tan inusual, el granjero logró llevar una vida relativamente normal. Se casó dos veces y tuvo ocho hijos, demostrando una notable capacidad de adaptación frente a esta peculiaridad.

A pesar de su búsqueda de ayuda médica, los doctores no pudieron encontrar una explicación o una solución para su persistente hipo. Charles Osborne fue diagnosticado con hipo crónico, una condición que se refiere a episodios de hipo prolongados, superando las 48 horas e incluso extendiéndose durante meses. En casos como este, es fundamental buscar atención médica, ya que puede indicar la presencia de una enfermedad subyacente, como trastornos del sistema nervioso central, diabetes, cirugías, reflujo gastroesofágico, ictus o incluso cáncer. Un pequeño estudio reveló que el 80% de los pacientes con hipo crónico presentaban anomalías esofágicas o estomacales, y dos tercios de esos casos eran tratables.

El hipo en sí mismo es una serie de espasmos que afecta al diafragma, el músculo encargado de la respiración ubicado entre los pulmones y el estómago. La irritación del diafragma provoca la contracción súbita entre dos respiraciones normales, generando el sonido característico del hipo. Mientras que ciertos medicamentos de quimioterapia, lesiones cerebrales o del sistema nervioso y tumores pueden causar hipo, en la mayoría de los casos las causas son inofensivas, como comer en exceso o tragar aire mientras se mastica. Además, el consumo de alcohol y el estrés también pueden desencadenar este molesto síntoma.

Existen numerosos remedios populares para el hipo, aunque ninguno de ellos tiene una eficacia comprobada. Entre los más conocidos se encuentra el susto repentino, que si bien puede distraer momentáneamente, no se ha demostrado que tenga un efecto duradero. Otros remedios caseros incluyen beber o hacer gárgaras con agua fría, respirar dentro de una bolsa de papel, contener la respiración e incluso recurrir a la hipnosis o la acupuntura, aunque ninguno de ellos cuenta con garantías científicas de funcionamiento.

Recientemente, un neurólogo ha desarrollado una pajita especial llamada HiccAway, que muestra cierta promesa en el tratamiento del hipo. En evaluaciones iniciales, el 90% de las personas consideraron que este dispositivo era más efectivo que cualquier otro remedio casero. Sin embargo, se requieren más estudios para respaldar su eficacia.

En última instancia, para la mayoría de las personas, lo más fácil y deseable es esperar a que el hipo desaparezca por sí solo, con la esperanza de que no dure tanto como los 68 años que padeció Charles Osborne.