Fallece Efraín Ríos Montt en Guatemala
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Fallece Efraín Ríos Montt en Guatemala

Ríos Montt, quien gobernó de facto entre 1982 y 1983 tras un golpe de Estado, era juzgado por el asesinato de mil 771 indígenas ixiles en el departamento noroccidental de Quiché.


Fallece Efraín Ríos Montt en Guatemala | El Imparcial de Oaxaca

El dictador Efraín Ríos Montt, quien tomó el poder mediante un golpe de Estado en marzo 1982 y encabezó uno de los periodos más sangrientos de la guerra civil guatemalteca en la que se pretendió eliminar a la guerrilla marxista, murió ayer por la mañana a los 91 años, acusado de genocidio, pero sin apenas pisar la cárcel.

Ríos Montt, quien gobernó de facto entre 1982 y 1983 tras un golpe de Estado, era juzgado por el asesinato de mil 771 indígenas ixiles en el departamento noroccidental de Quiché.

Una fuente cercana a la familia, quien pidió no ser identificada, dijo que el militar tenía problemas respiratorios y pulmonares y desde 2015 había sido declarado con demencia senil.

Uno de sus abogados, Jaime Hernández, dio a conocer que falleció de un infarto. Otro de sus letrados, Luis Rosales, agregó que “murió en paz y tranquilo”, rodeado de su familia y con la convicción de que “aquí no hubo genocidio”.

La fiscalía de Guatemala pensaba todo lo contrario.

En 2013, Ríos Montt fue declarado culpable de genocidio y delitos de lesa humanidad por la masacre de mil 771 indígenas de la etnia maya ixil, pero el fallo fue anulado rápidamente y se ordenó un nuevo juicio, para decepción de las víctimas y los activistas por los derechos humanos, que anhelaban verlo condenado por las atrocidades cometidas durante su régimen de 17 meses.

En 2018, ya había comenzado ese segundo juicio “especial” pero por problemas de salud y haber sido imposibilitado legalmente de sus actos, el tribunal lo juzgaba en ausencia y representado por sus abogados.

Con su deceso termina la persecución penal. El exdictador murió sin pagar prisión por los miles de crímenes de guerra de los que fue señalado por la fiscalía. Sólo pasó tres días en la cárcel.

UN RÁPIDO FUNERAL

“A pesar de que el Congreso se dispuso a rendir honores a Ríos Mont en el Parlamento,  por su calidad de jefe de Estado, presidente del Congreso de la República y diputado; pero la familia “ha decidido que la despedida al general sea íntima y con sus más allegados”, explicó el organismo legislativo.

Así, los restos del exdictador guatemalteco fueron sepultados ayer en una ceremonia privada a pocas horas de su fallecimiento.

El ex-jefe de Estado fue colocado en un ataúd y sobre el féretro se extendió una bandera azul y blanca de Guatemala, según imágenes captadas cuando era trasladado de la carroza funeraria al camposanto, donde el acceso estuvo restringido a la prensa.

Previo a ser sepultado en el cementerio privado La Villa de Guadalupe, familiares y amigos cercanos realizaron una ceremonia religiosa y lo despidieron con aplausos.

Su hija, Zury Ríos, agradeció las muestras de solidaridad y dijo que era “hermoso que este día que Jesús resucitó, él recoja a mi padre”, a quien llamó “el general de generales”.

“Aunque nos molestara su moralidad, siempre predicó con el ejemplo”, expresó en medio de aplausos y de gritos de “viva Ríos Montt”, y aseguró que su padre “se fue libre y está libre”.

El general retirado recibió, además, honras fúnebres por unos 200 militares del ejército de varias unidades, algunos de los cuales hicieron disparos al aire como parte de los actos.

TOMÓ EL PODER POR LA FUERZA

Conocido por infundir miedo y por pronunciar discursos a gritos, Efraín Ríos Montt fue uno de los políticos más influyentes.

Se postuló a la Presidencia en 1974, pero perdió en medio de denuncias de fraude y fue a la embajada guatemalteca en Madrid como agregado militar.

En marzo de 1982 tomó el poder mediante un golpe de Estado, suspendió la constitución, disolvió el Congreso e inició una campaña implacable de contrainsurgencia que provocó miles de muertes. Según una comisión de la verdad de la ONU, las peores atrocidades de la guerra civil de 1960-1996 se cometieron durante su gobierno.

REPROCHA ENALTECIMIENTO DE TERRORISMO

La líder indígena guatemalteca y Premio Nobel de la Paz 1992, Rigoberta Menchú, lamentó que los seguidores del general José Efraín Ríos Montt aprovechen su muerte para enaltecer su terrorismo de Estado.

“Un día como hoy (ayer) es un día extraordinario porque se resalta el poder de los victimarios. Los seguidores (de Ríos Montt) enaltecen el terrorismo de su general, pero la indignación de las víctimas es la protagonista número uno”, dijo Menchú quien se quejó de que los suyos lo sigan viendo “como un héroe”.

La activista, una de las voces más férreas contra el genocidio perpetrado durante el conflicto armado interno (1960-1996) contra los pueblos indígenas, aseguró además que quedará para la historia la condena a 80 años de cárcel por el genocidio desatado contra los indígenas de la etnia Ixil, aunque la sentencia fue revocada por la Corte de Constitucionalidad.

“Esa sentencia inicial es un precedente muy grande y es la verdadera sentencia, aunque no fue respetada por los Tribunales”, aseguró Menchú, quien lamentó que el nuevo juicio contra el militar retirado, que se celebraba a puerta cerrada, “ya no dignificaba a las víctimas”.

A pesar de su muerte, con la que espera que Ríos Montt “ya descanse en paz”, la líder indígena cree que la causa abierta debería continuar porque los delitos de lesa humanidad “no prescriben”, pero duda que el sistema judicial guatemalteco lo haga, porque fue el mismo que provocó el impasse actual.

Cuestionada por si lamenta que el general de facto fuera a la tumba sin enfrentar la justicia y sin pedir perdón, Menchú manifestó que en su conciencia queda y recordó que en la otra parte del cosmos hay “fuerzas de la vida” que se encargan de la Justicia.

No obstante, destacó que en los procesos vividos escuchó “durante largas horas” el testimonio de sus víctimas y queda “en él si no aprovechó la oportunidad de pedir perdón”.

LAS VÍCTIMAS NO PERDONAN

Mientras los familiares y amigos de Ríos Montt lo despedían con vítores y aplausos, decenas de familiares de víctimas realizaron una protesta frente al antiguo Palacio de Gobierno en el centro de la capital para exigir justicia y criticar la impunidad que prevaleció sobre las acusaciones contra Ríos Montt hasta su muerte.

“Ríos Montt Genocida, los pueblos no perdonan, no olvidan” escribieron con pintura roja sobre el asfalto de una calle del Palacio Nacional, además mancharon con ese color la bandera guatemalteca para representar la sangre derramada durante su régimen.

EL APOYO

La muerte Efraín Ríos Montt, ayer también exaltó las muestras de apoyo.

Una de ellas fue la del gobierno del presidente guatemalteco Jimmy Morales, quien llegó a la Presidencia con el partido Frente de Convergencia Nacional (FCN-Nación), fundado por militares retirados. A través de un comunicado expresó que lamentaba “el fallecimiento del ex-jefe de Estado y ex-presidente del Congreso” y “se solidariza con su esposa e hijos por tan sensible pérdida”.


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