Aprende a identificar si hay abuso en tu relación
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Aprende a identificar si hay abuso en tu relación

Tanto hombres como mujeres podemos ser blanco de este tipo de violencia pero hay formas de salir del problema y sanar nuestra vida.


Aprende a identificar si hay abuso en tu relación | El Imparcial de Oaxaca

Ante la inmensa ola de femenicidios y actos horribles contra la mujer, te decimos cómo saber si hay abuso en tu relación y cómo pedir ayuda. Tanto hombres como mujeres podemos ser blanco de este tipo de violencia pero hay formas de salir del problema y sanar nuestra vida.

Deborah J. Cohan, socióloga, asegura que los abusadores son expertos en identificar y atacar a quienes parecen vulnerables. Basta ver las noticias para darnos cuenta de que es alarmante el número de personas que sufre abuso en su relación de pareja.

La violencia en las relaciones de pareja consiste en actos y creencias que afectan la conexión humana y la confianza. Esta trampa encapsula las experiencias de víctimas y sobrevivientes, mientras da peso a la experiencia para los abusadores.

Como soledad toleramos las excusas de los abusadores que atrapan a mujeres, pues a veces consideramos o aceptamos que la víctima le provocó. El abuso puede tener varias caras como :

FÍSICO

Es aquel donde la pareja nos lastima físicamente, nos patea, nos golpea, nos muerde, nos jala el cabello, nos empuja, nos impide salir de un lugar, destruye artículos de valor y más.

EMOCIONAL

Es aquel donde el abusador se dirige a nosotros con palabras hirientes, sobrenombres ofensivos, juegos mentales y también emplea amenazas y chantajes.

SEXUAL

Contempla la violación, la presión y las amenazas además de emplear el sexo como pago por cosas, favores y obligaciones.

ECONÓMICO

El abusador provoca deudas a su víctima, le limita los recursos económicos sin consentimiento, le controla por medio del dinero que le da o no le da.

NEGLIGENTE

Es cuando el abusador no muestra afecto y atención a su víctima.

El abuso nos puede dañar en diversos niveles, desde el físico hasta el mental, el emocional, el espiritual y destruirnos por completo.

Tanto el abuso como la violencia no son naturales ni inevitables dentro de una relación. Es muy importante recalcar que el abuso no es un acto aislado, es un patrón y lo que ocurre entre los episodios de abuso es lo que hace que la víctima lo soporte.

En una relación tóxica, una de las partes es tratada como si valiera menos que la otra, y entonces sus necesidades, deseos e intereses también quedan por debajo del otro. Las relaciones abusivas y tóxicas involucran poder y control; el abuso no se trata de enojo o conflicto sino de control sobre el otro.

Cuando estamos en este tipo de relaciones, el abusador provoca a su víctima para que haga cosas que realmente no desea.

Una de las tácticas más fuertes del abuso es el aislamiento, pues hace muy difícil que la víctima pueda hablar con sus amigos, tener metas propias y lograrlas como una preparación académica, incluso limita su movilidad, es capaz de dañar su vehículo para que ella no salga de casa. Los celos pueden ser normales, pero cuando se es posesivo con el otro no.

Un abusador lleva la violencia a otras partes como la escuela y el trabajo, es obvio cómo trata a las mujeres y cómo habla de ellas. En el caso de la víctima, es capaz de causar que pierda su trabajo o que repruebe sus materias, no se detiene al hacer escenas. En sí, el abusador forma una telaraña de miedo, lo cual hace que la víctima tenga baja autoestima.

Por mucho tiempo se le ha enseñado a las mujeres que la prioridad es mantener su relación de pareja, casi a cualquier costo, por lo que cuando hay una situación de abuso, ella no se va de inmediato, “trata de hacer lo que es correcto”, explica Deborah J. Cohan.

Otros motivos para soportar el abuso son el miedo, el amor, miedo a que no les crean, sus finanzas, los hijos, la salud de ellas o su pareja, estatus migratorio, creencias religiosas, amenazas del abusador, entre otros.

Si tú o alguien que conoces está sufriendo una situación de abuso, estas sugerencias podrían ayudar a pedir ayuda e iniciar el camino de la sanación personal:

  • Identifiquen la identidad del abusador y el tipo de abuso que está cometiendo.
  • Haz una línea del tiempo para que la víctima pueda ver los patrones y ciclos que se han cometido.
  • Haz preguntas a la víctima sin amenazar, para que entienda lo abusivo de este comportamiento.
  • Pregúntale a la víctima qué le preocupa.
  • Ayuda a la víctima a que identifique las razones tras el abuso y las excusas con las que lo ha ocultado.
  • Considera que la víctima es una experta en el tema.
  • No asumas que el abusador es hombre hasta que te indiquen la identidad de la persona.
  • Habla con la víctima sin el abusador presente.
  • Permite que la víctima defina la forma de actuar y el tono.
  • Brinda a la víctima toda la información posible y traten de buscar un especialista en el tema para que pueda tratarse.