Mutación del coronavirus amenaza la población felina en Chipre
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Mutación del coronavirus amenaza la población felina en Chipre

Una extraña mutación del coronavirus está causando estragos en la isla de Chipre, poniendo en peligro a su superpoblación de gatos callejeros.


Mutación del coronavirus amenaza la población felina en Chipre | El Imparcial de Oaxaca

Una extraña mutación del coronavirus está afectando de manera devastadora a los gatos en la isla de Chipre, conocida por su superpoblación de gatos callejeros.

El virus responsable de esta enfermedad es una mutación del coronavirus felino, conocido como peritonitis infecciosa felina (PIF). Aunque es altamente contagioso entre los gatos, no se transmite a los seres humanos. Los síntomas de la PIF incluyen fiebre, hinchazón abdominal, debilidad y, en ocasiones, agresividad.

La isla de Chipre tiene una población felina estimada en más de un millón de gatos, principalmente callejeros, lo cual supera el número de habitantes humanos. La relación entre Chipre y los gatos se remonta a miles de años, ya que se ha encontrado evidencia de la domesticación de gatos en la isla hace más de 9,000 años.

Dinos Ayiomamitis, presidente de “Cats PAWS Cyprus” y vicepresidente de “Cyprus voice for Animals” (CVA), estima que al menos 300,000 gatos han muerto a causa de esta enfermedad desde enero. La falta de recursos y la dificultad para diagnosticar la enfermedad han dificultado el control de la epidemia.

Para combatir esta situación, se están considerando dos opciones de tratamiento: el uso de un medicamento aprobado para el coronavirus humano, llamado molnupiravir, y un antiviral veterinario aprobado en Inglaterra, conocido como GS-441524. Sin embargo, el costo del tratamiento es elevado y algunos recurren a métodos clandestinos para obtener los medicamentos necesarios.

La importación del GS-441524 ha sido autorizada en Chipre, pero con restricciones. Mientras tanto, los defensores de los animales y los profesionales veterinarios continúan solicitando al gobierno que apruebe el uso del molnupiravir, que sería más accesible en términos de costo.

Vasiliki Mani, una ciudadana chipriota y miembro de varias asociaciones protectoras de animales, insta a encontrar una solución rápida. En enero, trató a dos gatos callejeros, lo que le costó 3,600 euros y agotó todos sus ahorros. Mani señala la negligencia y crueldad hacia los animales en Chipre y advierte sobre las graves consecuencias si la enfermedad continúa mutando.

Ante esta situación, es crucial que las autoridades tomen medidas rápidas y efectivas para controlar la propagación de esta mutación del coronavirus en los gatos de Chipre y proteger la salud de estos animales.