Lo que nunca consideramos es fijarnos en lo que hay en nuestro refri. Sí, todo aquello que ingerimos también se refleja en nuestra piel, pero en esta ocasión, nos referimos a los lácteos en específico.
Dejar de comer lácteos es un cambio sencillo que puedes hacer desde casa, y que realmente puede ayudar a mejorar el aspecto de tu piel.
De hecho, eliminar los productos lácteos de tu dieta puede mejora la textura de la piel, su tono y eliminar el acné, de acuerdo con la dermatóloga Sarika Snell.
¿Por qué dejar de comer queso, leche o helado ayudaría a tu piel?
Porque la proteína de suero, la cual se encuentra específicamente en la leche descremada, es proinflamatoria y puede provocar una inflamación que puede manifestarse como acné y rosácea.
Más allá de la proteína del suero, la dermatóloga dice que a veces la leche descremada tiene hormonas que causan problemas y pueden alterar la piel.
Por otra parte, además de las proteínas y hormonas que se encuentran en la leche descremada, su contenido de azúcar también puede causar problemas en la piel, pues la leche descremada en realidad contiene mucho más azúcar que la leche entera.
Lo que sucede es que el aumento de azúcares lleva a un índice glucémico más alto y los alimentos con esta propiedad son conocidos por propiciar el acné, así que mantenerse alejado de la leche descremada debería ayudar en parte a controlar estas erupciones.
Pero no solo dejar la leche descremada te ayudará, sino que eliminar todos los productos lácteos realmente puede hacer una diferencia en tu cutis.
Es importante tener en cuenta que los cambios no se reflejarán en tu piel de la noche a la mañana, pero sí en unas dos a tres semanas, aproximadamente.
La paciencia es clave cuando se trata de nuevos tratamientos para la piel, y cortar productos lácteos no es una excepción.
