El Escritorio de María Hortensia: Calentar corazones
Oaxaca
La Capital Los Municipios
El Imparcial del Istmo El Imparcial de la Costa El Imparcial de la Cuenca
Nacional Internacional Súper Deportivo Especiales Economía Estilo Arte y Cultura En Escena Salud Ecología Ciencia Tecnología Viral Policiaca Opinión

Columna

El Escritorio de María Hortensia: Calentar corazones

Sólo el calor del amor transforma todas las situaciones, hasta las que puedan parecer más difíciles


El Escritorio de María Hortensia: Calentar corazones | El Imparcial de Oaxaca
Foto: ilustrativa

 

No guarde sus discursos cariñosos hasta que sus amigos estén muertos, no les escriba en sus lápidas, mejor hable con ellos ahora”

Anna Cummins

 

APRECIABLES LECTORES:

Calentar corazones. Hace unos días nos hicimos unas palomitas de maíz para merendar. Metimos al microondas una bolsa de las que vienen listas para calentar y en pocos minutos… ¡Pum, pum, pum! Ya estaban listas para comer. Mirando desde fuera me quedé pensativa… ¡Qué impresionante!, ¡las palomitas se abren al calor!

Seguro que todos alguna vez hemos intentado comernos un grano de maíz duro y seco, y todos llegamos a la misma conclusión: es imposible comerlo. Está duro, muy duro, es inmasticable y, además, no tiene el sabor de la palomita, es como si no tuviera nada que ver. Sin embargo, cuando se aplica calor sobre esos granos tan duros, comienza a obrarse el milagro: uno a uno se abre y se transforman completamente. Toman un sabor y un color diferente.

Muchas veces nos encontramos a lo largo del día con alguna persona que parece estar teniendo un mal día, que está un poco endurecida, rígida, infranqueable…, es como el maíz duro que no se puede comer. Sin embargo, cuando una persona está así, con barreras, es porque se está defendiendo de algo o de alguien, aunque sea inconscientemente. Ante esas situaciones que todos hemos vivido, y que también a veces nos ocurren a nosotros, sólo hay una salida: el amor.

Sólo el calor del amor transforma todas las situaciones, hasta las que puedan parecer más difíciles. Si, porque el que ama, aun cuando el otro está endurecido, le está dando libertad. Libertad para seguir enfadado o salir de su enfado, pero le está amando así, como está, y éste al sentirse amado termina por rendirse porque ya no necesita sus barreras, ya no necesita defenderse.

El amor cambia el clima de nuestras relaciones, y es que…, ¡el calor del amor nunca deja indiferente! Nos da la libertad para abrirnos completamente, como hacen las palomitas.

En las Cartas de San Pablo podemos leer que “La prueba de que Dios nos ama, es que Cristo murió por nosotros”.  Él no vino porque fuéramos ya buenos precisamente, sino que, siendo como fuéramos, Cristo nos enseñó, nos amó y nos liberó. Y ha derramado su Espíritu en nosotros para que también nosotros podamos amar a los demás con el Amor que recibimos de Él. Su amor es el que nos hace buenos.

¡Feliz semana!

Licenciada María Hortensia Lira Vásquez

Celular 951 21 14 138


aa

 

Relacionadas: