Año bisiesto, año especial para la humanidad
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Año bisiesto, año especial para la humanidad

Cada cuatro años febrero trae consigo un día más que se debe aprovechar


Año bisiesto, año especial para la humanidad | El Imparcial de Oaxaca

Hola mis queridos lectores, les escribo con el gusto de siempre, espero que se la estén pasando muy bien en este sábado 29 de febrero; saben, en años anteriores no había estado tan consiente de que cada 4 años hay un año que es bisiesto, es decir que en febrero hay un día más, como hoy, por eso me di a la tarea de investigar algunas cosas sobre los años bisiestos.

El día 4 de octubre de 1582 sucedió algo que no volvió a repetirse en toda la historia. Cuando el reloj dejó el minuto 11:59 de la noche, se avanzó 10 días, con tal de alcanzar al “calendario real”. El día siguiente al 4 de octubre no fue el 5 de octubre, sino el 15. El problema a resolver se originó 1,600 años antes, y su autor no fue otro sino Julio César, el famoso emperador romano.

César acudió a estudiosos, investigadores, gente de ciencia de la antigua Grecia, que le dijeron que la solución definitiva para dejar de perder de vista los solsticios, como ocurría en el calendario romano, era instituir lo que llamaron “años bisiestos”.

La nueva reforma “infalible” que propuso Julio César dio lugar a un nuevo sistema de 365 días para un año, en donde cada cuatro se agregaría un día más, y así, se creó lo que conocemos como calendario juliano, la nueva herramienta humana para interpretar lo que percibimos como tiempo, el ciclo en el que el planeta rodea al sol.

Julio César, sin embargo, murió sin enterarse que su herramienta tenía un minúsculo error de cálculo. Mil 600 años después, nos dimos cuenta que los nuevos años bisiestos propuestos por Julio César, habrían recorrido los solsticios 10 días. Un grave problema considerando que vivir a la altura de los equinoccios siempre fue de importancia trascendental para los sectores agropecuarios, sociales y hasta económico-políticos; no hacerlo tiene repercusiones científicas, militares y religiosos.

A diferencia de lo que ocurre en el calendario gregoriano, que es el que hoy nos rige, el romano agregaba el día bisiesto después del 24 de febrero y, por curioso que parezca, le asignaban el mismo número, en pocas palabras, el calendario romano tenía dos 24 de febrero durante los años bisiestos. La razón era que este día era el sexto antes de las calendas de marzo (el primer día de marzo), y entonces se entendía su duplicado como el «bi-sexto».

Esto último nos lleva a la etimología del término “bisiesto”, que derivó del idioma latín. En la época del Imperio Romano se expresaban los días tomando en cuenta el tiempo que faltaba para que llegase el mes siguiente; el 24 de febrero, por ejemplo, era «el sexto día antes de que llegue marzo». Por esta razón, al agregar un segundo día con el mismo número, se hablaba del «segundo sexto».

Existen además algunos datos curiosos en relación a los años bisiestos:

•En Inglaterra, las mujeres pueden pedir matrimonio a un hombre este día por costumbre, tradiciones de antaño y convenciones de una sociedad patriarcal, ya que en el caso de las relaciones heterosexuales, los hombres son quienes suelen proponer matrimonio a las mujeres. Sin embargo, los 29 de febrero, las cosas se pueden dar al revés, en una interesante costumbre deconstructiva que nació en la antigua Inglaterra. Cabe destacar que si el varón decía que no a la propuesta de matrimonio de una mujer, tenía que pagar a la despechada novia una penalidad por la vergüenza social.

•La familia Keogh tiene un árbol genealógico bastante particular, ya que el abuelo nació el 29 de febrero de 1940, su hijo un 29 de febrero de 1964 y la nieta el 29 de febrero de 1996. Me imagino que la fiesta familiar que se da cada cuatro años, ¿verdad?

•Los griegos consideran que los bisiestos son años de mala suerte y muchas parejas evitan casarse durante estos años.
•Una de cada cinco parejas griegas prefiere esperar a que termine el año bisiesto antes de legalizar su unión, lo que da pasa a compromisos más largos que lo habitual, todo para evitar la mala fortuna.

•Un año bisiesto nunca pasa desapercibido y si bien quienes nacen un 29 de febrero suelen celebrar sus cumpleaños el 28 del mismo mes o 1 de marzo, saben bien que cada cuatro años se da una fecha especial que tiene un significado importante.

•Un dato más para los que nacimos, como yo, en el año bisiesto 2004, o en otro bisiesto, es que cada año bisiesto cumplimos años en un número que es múltiplo de 4.

Por ahora me despido, nos leemos la próxima vez. Adiós.